En los últimos dos años el mundo ha sido impactado por situaciones totalmente inimaginables. Se vieron los efectos de la pandemia del COVID-19, el cambio climático y la guerra entre Rusia y Ucrania. Tales hechos han despertado en la sociedad la reflexión sobre lo que depara el futuro. En el caso del entorno empresarial, los últimos acontecimientos han reforzado la necesidad de repensar las estrategias y modelos de gestión utilizados, así como su eficacia en períodos de inestabilidad. En este contexto, Seidor Colombia comparte la nueva tendencia ESG que está impactando a millones de compañías alrededor del mundo:
El ESG, que es la abreviatura del término inglés Environmental, Social and Governance, cobra relevancia, pues destaca la importancia de que las empresas asuman un verdadero compromiso con las causas socioambientales a la hora de definir estrategias. Después de todo, esta cultura, cuando está bien implementada, brinda diversos beneficios para la sociedad, las empresas y las naciones, especialmente en el contexto de la globalización.
El ESG gana cada vez más protagonismo en el mundo. El concepto de sostenibilidad creció un 292 % en el ranking y es una prioridad para los CEO globales de acuerdo con Seidor Colombia. Sobre todo porque el concepto hace justicia al valor de incorporar los tres ítems que llevan sus siglas en las prácticas de gestión, los cuales sirven como parámetros para evaluar y fortalecer las relaciones comerciales.
No es casualidad que el tema esté siendo ampliamente discutido, en charlas con especialistas se muestra por qué el tema de la sustentabilidad es hoy uno de los principales desafíos de los directores de empresas y se discute la importancia de las prácticas socioambientales. Según la proyección del Foro Económico Mundial, se estima que para 2050 el cambio climático reducirá el PIB mundial hasta en un 18 %. Ante esto, las empresas se alertan para repensar sus estrategias, pues si antes de desarrollar acciones sustentables se consideraba opcional, en la actualidad ya no lo es.
Actualmente la exigencia de las organizaciones de adherirse a prácticas a favor de la sustentabilidad es más común. Tenemos claros ejemplos del mercado internacional, el cual ya se adhiere internamente a las medidas donde solo se venden productos entre naciones que también están ávidamente comprometidas con la causa ambiental.
En Colombia y en otros países de la región, la adopción de buenas prácticas incide hasta en un 87 % en la decisión de inversionistas extranjeros. De acuerdo con la Normativa de Desarrollo Sostenible en Colombia, el Estado promueve el cuidado y protección del agua, del aire, de la flora y fauna, así como el uso y cuidado del suelo.
Las empresas deben orientar sus esfuerzos para alinearse con estos objetivos, no solo porque sea una ley, sino porque realmente debemos ser conscientes de la situación ambiental.
De igual manera, de acuerdo con el Ministerio de Ambiente, la Ley de Acción Climática busca crear medidas mínimas a corto, mediano y largo plazo que permitan al país alcanzar la carbono-neutralidad en 2050, es decir, que Colombia pueda compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Todos estos aspectos y elementos citados corroboran el papel destacado de los ESG para el cumplimiento y concreción de dichos objetivos. El modelo de gestión intrínseco en la práctica del ESG permite y asegura la implementación de las mejores prácticas de gestión, permeando entre los conceptos de responsabilidad social, ambiental y de gobierno.
Además, el ESG fomenta la integración de recursos y tecnologías para cumplir con las obligaciones, de manera que beneficie a todos los involucrados. Sin embargo, aun en medio de la popularidad es necesario tener cuidado con la desinformación que pueda surgir en el camino transmitiendo un mensaje erróneo sobre cómo implementar el ESG en las empresas, según Seidor.
Para las empresas que buscan adherirse y establecer una cultura ESG en su gestión, es necesario iniciar el proceso con su equipo, lo que implica invertir en preparación y capacitación a lo largo de este camino y traerá beneficios a largo plazo. En este proceso, el apoyo de consultores especializados en este segmento es una excelente alternativa para ayudar en la implementación de medidas y acceso a enfoques efectivos.
A partir de un diagnóstico de negocio, es posible posicionar a la empresa de acuerdo con las oportunidades de mercado y orientaciones para la definición de estrategias y toma de decisiones integradas en los ESG. Estas prácticas permiten una serie de beneficios, siempre y cuando la organización demuestre sus acciones positivas. Sin embargo, aún existe mucho trabajo en el proceso de concientización y cultura.
Fabiano Sant Ana
Jefe de ESG en Seidor Brasil