Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Andrea Barrera, gerente senior de outsourcing de BDO Colombia afirma que los entes de control se han limitado un poco a ser receptores de información bajo XBRL, pero no socializadores de errores comunes o emisores de lineamientos sobre las nuevas normativas establecidas por el IASB.
Andrea Barrera Gutiérrez, contadora pública especialista en auditoría y revisoría fiscal dice que los contadores públicos deben tener un espectro amplio en el entendimiento y aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera, identificando las que son claves y las que podrían afectar las transacciones de las compañías.
El reto de este año para los contadores públicos es mantenerse actualizados frente a los cambios que constantemente se presentan en los Estándares Internacionales, ya que nos muestran dinamismo en el ámbito contable y financiero en el mundo. Este es el reto que hemos tenido que asumir todos los contadores desde que se implementaron las Normas Internacionales de Información Financiera en Colombia, los cuales, si bien ya entraron en vigor, no todos han asumido el reto de la actualización que se requiere al respecto.
Más que en la especialización de temas puntuales, los contadores deben tener un espectro amplio en el entendimiento y aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera, identificando las normas claves y las que podrían afectar las transacciones comunes de las compañías, ya que a estas no solo competen temas contables sino también financieros.
Asimismo, algunos estándares se pueden aplicar dependiendo del entorno económico y transaccional de la compañía, y es por esto que si la comprensión y aplicación de las normas clave se hace de la forma correcta, permitirá que no solo los contadores, sino otros tomadores de decisiones, como lo son los directores, comités de auditoría, contraloría, finanzas, entre otros, sean competitivos en el mercado.
Actualmente en Colombia y a nivel mundial las altas gerencias están plenamente correlacionadas con las Normas Internacionales de Información Financiera tanto de empresas grandes como pequeñas, y son conscientes de la importancia que tienen estas no solo en el mercado colombiano, sino también en el entorno internacional; conocen las implicaciones de estas normas, y en muchos casos comprenden los cambios que traen los nuevos estándares.
Es así como se anteponen a los impactos financieros que puedan llegar a tener en su aplicación en la información financiera de las compañías, y esto nos deja saber que vamos por buen camino. Las altas gerencias están combinando su gestión financiera con los planes estratégicos que diseñan para las compañías que direccionan.
Las pequeñas y medianas empresas implementaron los Estándares Internacionales para cumplir con los requerimientos de información financiera impuestos por el Estado y sus entes de control, ya que se realizó el cambio de los reportes hacia un lenguaje XBRL y, por ende, la contabilidad debería estar reflejada bajo estas nuevas normas. Sin embargo, los contadores, más allá de la obligación del reporte y de los ajustes iniciales realizados en el período de transición, aún no tienen a las Normas Internacionales de Información Financiera, y en general a la información financiera en sí como una herramienta de control y toma de decisiones, como se establece en el marco conceptual de los estándares.
En Colombia existe una relación cerrada entre temas impositivos y contabilidad, y durante la transición hacia estos estándares se pretende que exista una relación transversal de todas las áreas de la empresa, en pro de reflejar financieramente la realidad económica de la misma.
El área contable debe realizar un proceso de reaprendizaje para poder darle a las normas la importancia que ameritan. Es un proceso que necesita generar las oportunidades necesarias para que la contabilidad no sea solamente un tema tributario, sino una herramienta para los usuarios de la información en la toma de decisiones, oportunidad y relevancia de información.En un principio, el decreto emitido por el Gobierno, en el cual se establecían los períodos de transición, los grupos, las normas aprobadas y en general toda la socialización de los cambios que generaría el cambio de un estándar colombiano a uno internacional, tuvo mucha difusión. Sin embargo, a medida que ha pasado el tiempo y las empresas ya realizaron su migración, el ambiente muestra un desconocimiento aún muy grande sobre los tratamientos contables cruciales que proponen las Normas Internacionales de Información Financiera.
Los entes de control se han limitado un poco a ser receptores de información bajo XBRL, pero no socializadores de errores comunes o emisores de lineamientos acerca de las nuevas normativas establecidas por el IASB. En ese sentido, tenemos un camino muy largo por recorrer; necesitamos más conocimiento de los estándares, mejor aplicación de ellos, control sobre la información emitida y, sobre todo, estar en constante actualización.
Frente a la NIIF 9 – Instrumentos financieros, los principales cambios que obedece la norma es la nueva clasificación de estos, basándose en dos conceptos: las características de los flujos contractuales y el modelo de negocio de la entidad. No obstante, el cambio fundamental que trae dicho estándar está dado por el deterioro de los activos financieros, ya que bajo la NIC 39 se manejaba el modelo de deterioro por pérdida incurrida, mientras que bajo NIIF 9, el modelo de pérdida esperada.
En cuanto a la NIIF 15 – Reconocimiento de ingresos con contratos con clientes, se requiere la estructuración de un modelo de cinco pasos para identificar los contratos, las obligaciones que se tienen con el cliente, determinar y distribuir los precios por dichas obligaciones y, por último, reconocer el ingreso a medida que se satisfacen las obligaciones de los contratos por parte de la compañía.
Finalmente, el último estándar que entró en vigor es la NIIF 16 – Arrendamientos. La clave para adaptarse de forma sencilla a los cambios que propone dicha norma consiste básicamente en comprender que la NIIF 16 elimina la distinción de los arrendamientos entre operativos y los financieros. Adicional a esto, tiene dos exenciones al reconocimiento para los arrendamientos de corto plazo y a los de menor cuantía. De igual manera, debe tenerse en cuenta que la norma requiere mayor revelación de las actividades de leasing de la compañía, y que todos estos cambios solo se contemplan para los arrendadores.
Por otra parte, para los arrendatarios no se presentan cambios significativos frente a lo establecido bajo NIC 17. No obstante, los arrendadores estarán sujetos a un aumento significativo de los requisitos de revelación relacionados con los activos bajo arrendamientos operativos y los riesgos de valor residual.
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