Aprende sobre los desafíos y soluciones en el manejo de la información financiera en la era digital, con enfoque en la protección de datos, medidas de seguridad y formación para contadores en siete puntos clave que abarcan diversos aspectos de la ciberseguridad o seguridad informática.
La era digital ha transformado radicalmente el mundo en el que vivimos, incluida la forma en que hacemos negocios y manejamos información financiera o activos de información. La digitalización ha aumentado la velocidad y eficiencia de nuestras operaciones, permitiéndonos gestionar una gran cantidad de datos financieros de manera más organizada y accesible.
No obstante, a medida que el acceso y el manejo de la información financiera se han vuelto más rápidos y sencillos, también han surgido desafíos y riesgos asociados a la seguridad en el ciberespacio. Los profesionales de la contaduría pública, como guardianes de la información financiera, deben enfrentar estos desafíos y asegurar que los datos se manejen de manera segura y confidencial.
Dada la creciente dependencia de herramientas digitales, nubes y sistemas en línea para almacenar y procesar información financiera, garantizar la seguridad de estos datos se ha vuelto más importante que nunca. Los ciberdelincuentes han aprovechado la proliferación de la informática para desarrollar técnicas cada vez más sofisticadas con el propósito de robar, manipular o sabotear datos financieros vitales.
Por lo tanto, es de suma importancia que los contadores cuenten con un amplio conocimiento de las prácticas de ciberseguridad que se requieren para proteger no solo a sus clientes y organizaciones, sino también a su reputación como garantes de integridad en el manejo de la información financiera.
En este artículo se explorarán siete puntos clave que abarcan diversos aspectos de la ciberseguridad o seguridad informática, específicamente relacionados con el manejo de la información financiera. Desde la correcta identificación y clasificación de los datos, pasando por la adopción de controles de acceso y autenticación robustos, hasta la capacitación y concienciación en ciberseguridad, se brindará a los profesionales del área contable y financiera una guía detallada para afrontar los retos que supone el constante avance tecnológico en la era digital.
El primer paso para proteger la información financiera es identificar y clasificar los datos críticos e importantes que se deben proteger. Esto implica determinar qué información es valiosa y cuál puede ser confidencial en función de normativas internas o leyes de protección de datos.
La clasificación de la información es crucial, ya que permite aplicar medidas específicas de seguridad en función de la sensibilidad de los datos y el riesgo asociado. Los contadores deben colaborar con departamentos como tecnologías de la información y sistemas para desarrollar estándares claros para esta clasificación.
Asegurar el acceso a los sistemas de información y datos financieros es esencial en un entorno en el que los ciberataques y otros delitos están en aumento. Los contadores deben colaborar con su equipo de TI para establecer políticas de acceso basadas en el principio de «privilegio mínimo» y controlar periódicamente los niveles de acceso concedidos a los empleados.
La adopción de la autenticación de múltiples factores –MFA– es un mecanismo adicional para garantizar que solo usuarios autorizados accedan a la información. Implementar MFA protege los sistemas contra ataques de phishing y robo de contraseñas al requerir una segunda capa de seguridad, como un código enviado a un dispositivo móvil del usuario, antes de conceder el acceso al sistema.
Los contadores deben trabajar en conjunto con el equipo de TI para mantener un inventario actualizado de todos los activos de hardware y software relacionados con el manejo de información financiera, incluyendo dispositivos, servidores, correo electrónico, aplicaciones y servicios en la nube. Este inventario permite detectar y solucionar vulnerabilidades de seguridad en tiempo real, y garantizar que solo los dispositivos y aplicaciones autorizados tengan acceso a los datos.
El monitoreo de activos es igualmente importante, pues brinda visibilidad sobre el uso de los sistemas informáticos, identificando posibles anomalías o comportamientos inusuales que pudieran ser indicadores de un intento de intrusión o filtración de datos. Establecer un programa de monitoreo continuo puede prevenir pérdidas significativas de información y daño a la reputación de la empresa.
Las políticas de seguridad de la información son cruciales para definir las reglas y expectativas para el uso y manejo seguro de datos financieros. Los contadores públicos deben colaborar con otros departamentos para diseñar, implementar y mantener políticas efectivas que abarquen todos los aspectos del manejo y almacenamiento de la información.
Entre los temas clave a considerar en una política de seguridad se incluyen: la clasificación de datos, los requisitos de acceso y autenticación, la administración de activos y software de TI, las prácticas y controles de cifrado, y las políticas de respaldo y recuperación de datos, entre otros. También es vital promover la conciencia y formación en ciberseguridad entre los empleados para gestionar los riesgos de ciberataque.
Tanto los datos almacenados como los que se comparten o transmiten deben ser protegidos mediante el cifrado. Este garantiza que la información financiera solo sea accesible para usuarios autorizados, creando una capa adicional de seguridad en caso de robos, filtraciones o ciberataques.
Existen diferentes soluciones de cifrado según el tipo de datos y las necesidades de la empresa. Los contadores deben colaborar con el departamento de TI para seleccionar las herramientas y protocolos más adecuados para su situación, garantizando siempre que el cifrado sea seguro y se actualice regularmente según las mejores prácticas de la industria.
Tener planes de respaldo y recuperación de datos es vital para asegurar la continuidad del negocio y minimizar el impacto negativo de un incidente de seguridad. Los contadores deben colaborar con el equipo de TI para diseñar políticas de respaldo y recuperación de datos que contengan tanto información financiera crítica como datos secundarios.
Las copias de seguridad deben estar protegidas y almacenadas de manera segura, preferentemente en una ubicación geográficamente separada del lugar donde se originaron los datos. Además, es fundamental probar periódicamente la efectividad de las políticas de respaldo y recuperación para garantizar su funcionamiento en caso de una situación real.
Los empleados son a menudo el eslabón más débil en materia de seguridad, lo que los convierte en el objetivo principal de los ciberataques. Brindar capacitación y concienciación en ciberseguridad a los empleados de la empresa es esencial para reducir el riesgo de incidentes de seguridad.
Los programas de capacitación deben incluir materiales educativos, cursos presenciales o virtuales y recursos en línea. Los contadores deben ser promotores activos de estas capacitaciones en la organización, dado el rol relevante que tiene la información financiera en el negocio.
En la era digital, el manejo seguro de la información financiera es un desafío que los contadores deben enfrentar y superar. Tener en cuenta los puntos mencionados en este artículo permitirá a los profesionales garantizar la integridad y confidencialidad de la información financiera, lo que a su vez protegerá a las empresas y salvaguardará la reputación de los contadores.
Los contadores públicos desempeñan un papel fundamental en el éxito de una empresa. Es su responsabilidad consciente el abrazar y adaptarse a los cambios en el panorama de la ciberseguridad. La adopción de políticas de seguridad, el fortalecimiento de la concienciación, la implementación de controles de acceso robustos y la centralización en la protección de datos son solo algunas de las medidas que los profesionales deben adoptar para enfrentar los desafíos del mundo digital.
A lo largo de este artículo se ha enfatizado en la importancia de la colaboración entre contadores públicos y profesionales de TI, así como la formación constante del personal en políticas y prácticas de ciberseguridad. La ciberseguridad ya no es una preocupación exclusiva de expertos en informática, sino que se ha convertido en una responsabilidad compartida entre todos los empleados, especialmente de aquellos que manejan información financiera sensible.
Es momento de que los contadores prioricen la seguridad de la información financiera y apliquen sus conocimientos al aprendizaje y desarrollo de políticas de ciberseguridad en su trabajo diario. No basta con conformarse con las medidas de seguridad existentes, es esencial mantenerse informado sobre nuevas amenazas, actualizar políticas y colaborar proactivamente con otros departamentos de la empresa para proteger los datos e intereses de la organización.
A medida que los contadores adopten e impulsen estrategias de ciberseguridad y eduquen a sus colegas sobre la importancia de proteger la información financiera, las empresas podrán crecer y prosperar en la era digital, al tiempo que minimizan riesgos y evitan pérdidas financieras y reputacionales. Los contadores, al cuidar y mantener la seguridad financiera en un mundo cada vez más digitalizado, contribuyen no solo al éxito de su empresa, sino también al desarrollo y sostenibilidad de la economía global.
Francisco Javier Moreno Díaz
Contador público
Docente universitario
Maestrando en Business Analytics
Magíster en Administración de Empresas –MBA–, especialista en Gerencia
Especialista en Auditoría de Sistemas
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