El 81 % de las empresas de América Latina y el Caribe ignoran el impacto que genera el fraude.
El fraude corporativo generó más 160.000 dólares de pérdidas en promedio por cada incidente detectado durante el último año.
Empresas manifiestan tener entornos de control interno inmaduros.
El fraude corporativo genera pérdidas en los estados financieros de las organizaciones y en sus inversores. De igual forma, se ven afectados proveedores, el sistema financiero y las comunidades, en general.
Solo en Colombia, el impacto de este delito se ha reflejado en las multas que multinacionales han pagado por sobornos, las cuales ascienden a 20 millones de dólares por parte de la Ley Foreign Corrupt Practice Act –FCPA–.
Un estudio de BDO indica que el 81 % de las empresas de América Latina y el Caribe ignora el impacto que genera el fraude. En consecuencia, el 33 % manifiesta que incrementará sus inversiones para adaptarse a una coyuntura donde este podría seguir creciendo.
Al respecto, Fernando Peyretti, socio regional de Forensics para Latam de BDO, afirma que el fraude corporativo generó más de 160.000 dólares de pérdidas en promedio por cada incidente detectado durante el último año para cada empresa en esta región, cifra que para él es sorprendente.
Luis Enrique Sánchez, socio líder de Advisory de BDO Colombia, agrega que en términos generales, las empresas manifiestan tener entornos de control interno inmaduros de forma extendida, donde se podrían establecer nuevas mejoras.
Debido a los anteriores datos y argumentos, desde BDO se presentan una serie de recomendaciones para frenar el fraude y corrupción al interior de las organizaciones.
Más de 95 % de las investigaciones que implicaron sanciones muestran la participación de terceros en el desarrollo de esquemas de pagos de sobornos a funcionarios públicos, como son proveedores, clientes y personal tercerizado. Según indicaciones de BDO:
Por lo anterior, la recomendación es que las organizaciones realicen capacitaciones periódicas tanto a los empleados como parte de sus programas antifraude y anticorrupción e incluir al personal clave vinculado a servicios estratégicos provistos por terceros.
Según el documento de BDO, en Latinoamérica y el Caribe solo el 28 % de los esquemas de fraude se detectaron como consecuencia de una denuncia interna, cuando a nivel internacional se llega al 45 %.
Por esto se requiere que las organizaciones implementen canales que aseguren la confidencialidad y el anonimato, acompañados por políticas antirrepresalias. Como explica Sánchez:
Es importante fomentar las investigaciones para llevar a juicio casos de fraude y reportar hechos de corrupción en múltiples jurisdicciones, pues es una medida para generar un cambio de comportamiento.
En los últimos 10 años, según BDO, un mayor número de compañías han incorporado roles de compliance y han desarrollado sus programas de integridad, a la luz de las recientes normas anticorrupción promovidas por la OCDE, como es la Ley 2195 de 2022 para nuestro país, así como por el refuerzo de la Ley de prácticas corruptas.
Sánchez dice que las compañías deben profundizar esta tendencia, incorporando la mirada de compliance de forma más profunda a la estrategia de negocios, implementar las recientes normas ISO 37001 (Sistemas de gestión antisoborno) y la ISO 37301 (Sistemas de gestión de cumplimiento).