Quienes buscan estafar usando criptomonedas suelen hacerse pasar por asesores financieros o representantes de empresas, y crean perfiles falsos en redes sociales.
Cuando se hace la operación, debido a que el pago es anónimo, es prácticamente imposible rastrear los fondos y recuperar el dinero.
¿Existen estafas con criptomonedas? Por supuesto que sí. ¿Han disminuido este año? También. Hasta junio de este año, según datos de un informe elaborado por Chainalysis, la plataforma de análisis de blockchain, los estafadores de criptomonedas han ingresado casi 3.300 millones de dólares menos en 2023 que en 2022. A finales de junio, los estafadores de criptomonedas habían obtenido un 77 % menos de ingresos en comparación con junio de 2022.
Las estafas son casi siempre la forma de delincuencia basada en criptomonedas con mayores ingresos. Aunque ese es el caso hasta lo que va de 2023, «los ingresos totales por estafas han caído en picada en comparación con el año 2022», indica el informe.
Aquellos que intentan cometer fraudes con criptomonedas frecuentemente se presentan como asesores financieros o delegados de empresas, estableciendo perfiles engañosos en plataformas sociales.
Como lo explica el Banco Santander, en su artículo Las criptomonedas como anzuelo de estafas de inversión: «estos diseñan un entramado de inversión con el que intentan demostrar que se trata de una acción totalmente legal y legítima».
El objetivo es que la persona utilice su dinero para comprar criptomonedas y luego te las transfiera con la excusa de ayudarte a multiplicar tu inversión. Además, como una característica de estos activos digitales es el anonimato en los pagos, cuando se efectúa la operación es prácticamente imposible rastrear los fondos y recuperar el dinero.Es recomendable investigar la veracidad de la información y la autenticidad de las páginas web y plataformas. Incluso, averiguar sobre la persona que supuestamente respalda la inversión.
Así tendrás tu propio criterio para decidir. «Es fundamental que no descargues nada sin antes comprobar que realmente es una inversión legítima».
Por otra parte, se debe prestar especial atención a las ofertas y promociones que recibes sin motivo alguno en tu correo electrónico, así como a las oportunidades de inversión que aparecen en anuncios, que llegan a tus redes sociales o mensaje de texto.
Aunque sea obvia esta recomendación, recuerda que los estafadores se inventan cualquier pretexto para pedirte que les transfieras tus recursos. A través de un mensaje de texto o redes sociales te contactan para hacerte creer que son un amigo o familiar que necesita urgentemente de tu ayuda.
Verifica y contrasta siempre la información. Verifica, por ejemplo, que el nombre del perfil o usuario corresponda realmente a quien dice ser.
La caída de estas estafas ocurre en un momento cuando los precios de los criptoactivos están subiendo. Por lo general, los movimientos positivos de precios se traducen en mayores ingresos por estafas, probablemente porque el aumento de la exuberancia del mercado y el FOMO (miedo a quedarse por fuera de la tendencia) hace que las víctimas sean más susceptibles a los lanzamientos de los estafadores. Sin embargo, el drástico descenso de las estafas en 2023 contradice esta tendencia.
El descenso de los ingresos de la categoría se debe en gran medida a la repentina desaparición de dos estafas a gran escala: VidiLook y, en menor medida, Chia Tai Tianqing Pharmaceutical Financial Management. Según Chainalysis:
Ambas estafas siguen el modelo típico de inversión de ofrecer rendimientos exorbitantes de cualquier criptomoneda «invertida» por los usuarios, pero VidiLook lo hace con un giro único, pagando a los usuarios su token nativo VDL a cambio de ver anuncios digitales.
Tanto VidiLook como Chia Tai parecen haber ejecutado “una estafa de salida”, en la cual dejaron de enviar pedidos mientras reciben el pago de nuevos clientes. Ambas empresas han retirado las criptomonedas de sus monederos principales y han cesado las operaciones de depósitos y retiros para los usuarios.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
