La reforma laboral debe asegurar la viabilidad de las empresas, ya que son estas las que tienen el potencial de generar los puestos de trabajo que el país requiere.
El proyecto afectará la generación de empleo formal y golpeará con más fuerza los emprendimientos y las pymes.
Una vez conocido el texto de la ponencia del proyecto de reforma laboral para primer debate, diversos sectores y agremiaciones dejaron sentir su punto de vista contrario a lo propuesto. Uno de ellos fue la Cámara de Comercio Colombo Americana –AmCham Colombia–.
Desde el punto de vista de María Claudia Lacouture, su presidenta, el proyecto de reforma laboral aleja el desarrollo económico social en Colombia, vínculo importante para poder reducir exitosamente las brechas sociales y combatir la pobreza en el país.
Recordó que desde Fedesarrollo se ha señalado que el 72 % de las personas que tienen empleo logran salir de la pobreza, mientras que solo el 9 % de quienes reciben un subsidio logran hacerlo.
Por lo anterior, es necesario que la reforma laboral mantenga un equilibrio entre la mejora de las condiciones de los trabajadores actuales y facilite la creación de empleo formal, especialmente para los jóvenes.
De igual forma, se debe mantener la viabilidad empresarial, que será la que tendrá la posibilidad de generar los puestos de trabajo que necesita el país.
Si bien nueva ponencia de #ReformaLaboral tiene cambios, sigue generando ruptura en vínculo entre desarrollo social y productivo. Mantiene condiciones que harán más difícil a empresas generar nuevo #empleo, mantener la totalidad de fuerza laboral y proveeduría (1) @AmChamCol
— Ma Claudia Lacouture (@mclacouture) May 18, 2023
Lacouture dice que
“Como está planteada la reforma laboral se pierde la oportunidad de actualizar el Código Sustantivo del Trabajo, creado en 1956 y de incluir nuevas modalidades para laborales según las oportunidades de de los mercados y necesidades de los trabajadores”, advirtió.
A pesar de que se presentan modificaciones respecto al primer texto que se conoció, para Lacouture, el proyecto afectará la generación de empleo formal y golpeará con más fuerza los emprendimientos y las pymes, que representan el 90 % de los empleadores de Colombia y no tienen capacidad para asumir el costo de la cadena de responsabilidades.
«No se puede equiparar la flexibilización contractual con precarización laboral. Hay que impulsar formalización, aumentar aportes en seguridad social al trabajador a partir de nuevos modelos contractuales y viabilidad empresarial», manifestó.
Desde Amcham Colombia se ha señalado la necesidad de que la reforma laboral preserve la competitividad del país en cuanto a costos laborales, teniendo en cuenta que los aumentos en los recargos festivos y el incremento de la jornada nocturna en Colombia serán más altos comparados con Chile o México.
El aumento de costos, así sea de forma gradual, como está propuesto, ahuyentaría posibilidades de nueva inversión extranjera o estimularía el traslado de proyectos a países con condiciones más favorables para el desarrollo empresarial con un impacto en la reducción de empleos existentes.
Por otra parte, el crecimiento exponencial en aspectos como la indemnización por despido injustificado de entre 15 y 25 días, los recargos nocturnos y festivos, el incremento de licencias y el reajuste salarial por un porcentaje igual al del IPC, representa varios puntos que seguramente generarán una mayor presión para los empleadores.