Gabriel Angarita afirma que con esta reforma tributaria el sistema seguirá siendo complejo y habrá muchas personas que contarán con beneficios y no pagarán impuestos.
Piensa que hay una «caja negra», haciendo referencia a cómo se va a repartir el recaudo estimado de esta reforma.
Gabriel Angarita Tovar, economista y quien participó con el Ministerio de Hacienda en la elaboración de las reformas tributarias de 2019 y 2021, afirma que el sistema tributario es una piedra angular para saber cuánto se va a gastar y cuántos nos podemos endeudar. De ahí radica la importancia de analizar la nueva reforma tributaria, Ley 2277 de 2022.
Desde su punto de vista, esta reforma inició con una gran expectativa de cambio para que fuera estructural, pero a medida que el texto propuesto fue sufriendo cambios, comenzó a parecerse a las anteriores y perdió lo estructural que tenía en un principio. De esta manera, este estudiante de la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Chicago dice:
El sistema tributario nacional seguirá siendo complejo y habrá muchas personas que contarán con beneficios y no pagarán impuestos.
Insiste que, desafortunadamente, en el país no se hacen estudios para evaluar los beneficios tributarios y así ver los resultados de estos, a través de evidencias, para saber si funcionan o deben desaparecer.
Dice que cada dos años se vienen haciendo reformas tributarias. Es un deja vu, una historia sin fin, situación que nos lleva a pensar hasta qué medida vamos a tener un sistema tributario con reglas inestables.
Hay que resaltar que el sistema tributario mejorará en la medida en que las personas naturales verán limitados sus beneficios, quienes ganan más de 15 millones de pesos mensuales pagarán más impuestos.
Sin embargo, Angarita Tovar se muestra crítico con los impuestos enfocados en las personas jurídicas.
Las empresas son quienes generan empleo y competitividad. Estas se verán afectadas por los tributos de la reforma tributaria. Esta situación nos podría pasar factura. No habría un crecimiento potente y muchas empresas no invertirían en Colombia.
De igual forma, piensa que hay una «caja negra» en el tema y es cómo se va a repartir el recaudo de la reforma tributaria.
Por ejemplo, los descuentos que se piensan destinar al Soat. ¿De dónde saldrán los recursos para cubrir esto? ¿Serán destinados para la progresividad y la justicia social?
Angarita Tovar destaca que la reforma tributaria cuenta con puntos que responden a varias recomendaciones de expertos locales e internacionales, como por ejemplo el aumento de la tributación de las personas de mayores ingresos.
Aunque estos cambios permiten avanzar hacia un mejor sistema tributario, se queda corto en su alcance y hace más complejo el sistema a costa de mejoras en progresividad y equidad.
En personas naturales se hace un esfuerzo por igualar la tributación entre los diferentes tipos de ingresos, tales como salarios, capital, dividendos, ganancias ocasionales, y se pone un límite al uso de beneficios tributarios para las personas de mayores ingresos, pero solamente aplica para un conjunto reducido de personas.La reforma tributaria también incluye un articulado amplio de medidas contra la evasión y elusión que intentan seguir con el proceso de años anteriores de cerrar los espacios para estas prácticas. Las medidas con mayor expectativa en su aplicación corresponden a los cambios en delitos fiscales.
Aunque el foco de la reforma es la “igualdad y la justicia social”, el recaudo asociado con medidas de este tipo, como la mayor tributación de las personas ricas, apenas representa el 15 % del recaudo total esperado, mientras el grueso del recaudo provendrá de medidas sobre el sector de minas y petróleo.
Además, no sabemos con claridad cuál es la destinación del total de recursos que se esperan recaudar. De eso dependerá si la reforma aumenta o no la justicia social en Colombia, porque recaudar impuestos no garantiza nada si no se gastan de manera correcta.