Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Contener destrucción de trabajos y facilitar creación de puestos de empleo, política a corto plazo


Contener destrucción de trabajos y facilitar creación de puestos de empleo, política a corto plazo
Actualizado: 17 agosto, 2020 (hace 4 años)

Fragilidad del mercado laboral se reflejó en la pérdida de millones de trabajos; muchos eran formales.

En junio se reportaron 1,8 millones de ocupados nuevos respecto a abril, y un millón respecto a mayo.

Cifras del mercado laboral muestran mayor dinamismo en junio frente a los dos meses anteriores.

Anif, en su comentario económico Resultados del mercado laboral en junio de 2020: entre buenas y malas noticias, publicado el 4 de agosto de 2020, realiza un balance de las últimas cifras del mercado laboral.

Desde el punto de vista de la entidad, aunque la situación continúa siendo muy compleja, el hecho de que los ocupados hayan aumentado los últimos meses indica que las medidas adoptadas recientemente para reactivar la economía han servido para mitigar el impacto del COVID-19 sobre el empleo.

La tasa de desocupación se ubicó en el 19,8 % en junio (vs. el 9,4 % de un año atrás) y el número de desocupados alcanzó los 4,5 millones de personas (vs. 2,4 millones).

Casi dos terceras partes de la contribución a este aumento de los desocupados provino del fuerte deterioro del empleo a nivel urbano y, especialmente, en las 13 ciudades y áreas metropolitanas.

«Este segmento representa el 46 % de la población económicamente activa. En este punto, el número de desocupados aumentó a tasas del 113.9 % anual en junio, para un total de 2.8 millones de personas y una tasa de desocupación del 24.9 %», analiza Anif.

A nivel nacional los ocupados alcanzaron los 18,3 millones de personas, lo cual significa una disminución del 18,9 % frente a lo registrado un año atrás.

Mejores resultados que los presentados en abril y mayo

Es importante anotar que todos los indicadores laborales cedieron frente al deterioro que se evidenció tanto en abril como en mayo. Cabe recordar que la tasa de desempleo alcanzó niveles del 19,8 % en abril y del 21,4 % en mayo, aun cuando algunos sectores empezaron a reactivarse.

«Indudablemente, ese menor deterioro es una buena noticia. En efecto, en junio se reportaron 1.8 millones de ocupados nuevos con respecto a abril y un millón con relación a mayo», indica Anif.

Por el lado de los inactivos, se observó una disminución en junio de 2,2 millones de personas frente a abril, y 0,9 millones respecto a mayo. Con esto, la tasa de ocupación se recuperó 2,7 puntos porcentuales –pp–, pasando del 43,4 % en mayo al 46,1 % en junio.

«Lo anterior permite darle una lectura más favorable a la variación mensual del número de desocupados en junio, con 161.000 personas cesantes menos, a pesar de que, como ya se mencionó, el número total es aún muy alto», puntualiza la entidad.

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Para la entidad, las cifras más recientes del mercado laboral muestran algo de mayor dinamismo en junio frente a los dos meses anteriores. En línea con esto, los más recientes datos reflejan que las medidas de reapertura gradual y responsables de la economía, con énfasis en la necesidad de monitorear el cumplimiento de las medidas de cuidado sanitario y los debidos protocolos de bioseguridad, representan el camino adecuado para evitar que el empleo se deteriore más por cuenta de la crisis.

Generación de empleo, una política a corto plazo

“La fragilidad del mercado laboral se reflejó en la pérdida de millones de trabajos, con el agravante de que muchos de esos empleos eran formales”

Los efectos de la pandemia sobre el empleo serán profundos. La fragilidad del mercado laboral se reflejó en la pérdida de millones de trabajos, con el agravante de que muchos de esos empleos eran formales.

Eso sí, afirma la entidad, el reinicio gradual de las actividades económicas, bajo los parámetros de prevención y control dispuestos por las autoridades, tiene un impacto importante en la mitigación de los efectos negativos que la pandemia y el aislamiento han ocasionado sobre el empleo y los ingresos laborales de los hogares.

Así las cosas, la generación de empleo deberá ser una de las prioridades de la política pública en el país en el corto plazo.

Desde Anif consideran que se deben tener en cuenta varios elementos que servirán para contener la destrucción de trabajos y facilitar la creación de nuevos puestos de empleo:

  • Empezar, por supuesto, con la reactivación de todos los sectores que por medidas sanitarias se pueden abrir y, en especial, que en Bogotá (que representa el 25 % del PIB nacional) se levanten todas las restricciones y se reactiven los sectores con mayor rapidez para disminuir el choque en el empleo, aumentar los ingresos de los hogares y reducir el impacto de la pobreza.
  • Implementar políticas para la flexibilización del mercado laboral, lo cual incluye la revisión de los costos laborales no salariales, que son un obstáculo para la generación de empleo, sobre todo formal.
  • Impulsar los sectores que demandan una mayor cantidad de mano de obra y que apalanquen mayor crecimiento económico, como la construcción y la infraestructura.

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