Aunque los jóvenes tienen altas tasas de desempleo, son las mujeres jóvenes quienes menos probabilidades tienen de conseguir un puesto de trabajo.
Según Anif, se presentó un aumento de la fuerza de trabajo potencial, compuesta por quienes desean trabajar, pero se desalientan ante la búsqueda de empleo.
En su comentario económico del día, Mercado laboral en abril: cae el desempleo y aumenta el desaliento, Anif analiza los más recientes datos entregados por el Dane en materia de desempleo y ocupación en Colombia.
La recuperación del empleo en Colombia continúa presentándose de forma paulatina con una tasa de desempleo para el mes de abril del 11,2 %.
Mientras la población ocupada creció un 11,1 %, la población desocupada y la que está por fuera de la fuerza laboral se contrajeron.
Sin embargo, el Dane indicó que se presentó un aumento en la fuerza de trabajo potencial, que se explica por la cantidad de personas que, si bien tienen interés en trabajar, se desalientan ante la búsqueda de empleo.
Adicionalmente, las brechas de género que se vieron ampliadas durante la pandemia continúan cerrándose, frente a lo cual el retorno a la presencialidad y el regreso a las aulas educativas jugó un papel determinante.
Mientras el número de hombres ocupados creció en un 7,2 %, el número de puestos de trabajo para las mujeres incrementó en un 17,2 %. Sin embargo, «es necesario trabajar aún más en la eliminación de las barreras inequitativas que enfrentan las mujeres para ingresar al mercado laboral».De igual forma, hay que poner especial atención en que, aunque los jóvenes en general tienen altas tasas de desempleo, son las mujeres jóvenes quienes menos probabilidades tienen de conseguir un puesto de trabajo.
El análisis de Anif pone lupa en la identidad de género, la cual hace parte esencial de esta perspectiva; por consiguiente, la política pública tiene la obligación de visibilizar y diseñar políticas para grupos poblacionales definidos bajo esta identidad.
La falta de recopilación de datos se refleja en la ausencia de políticas dirigidas a las personas LGBTIQ+. En consecuencia, celebramos el avance del Dane en la recolección y publicación de información relacionada con la población LGBTIQ+, dada la evidente necesidad de contar con datos estadísticos que complementen la existente, pero insuficiente, información anecdótica.
El análisis indica que la discriminación educativa y laboral que enfrenta la población LGBTIQ+ no solo es incorrecta per se, sino que puede aumentar también la pobreza y desmejorar la acumulación de capital humano y, por tanto, indirectamente la productividad y el crecimiento.
Si el talento y habilidad innata de las personas se distribuye aleatoriamente al nacer, las sociedades desiguales y discriminatorias desperdician el talento de una parte importante de la población al excluir a la comunidad LGBTIQ+.
Anif resalta que el empleo particular lideró la recuperación de puestos de trabajo, con una mayor acentuación en las 13 ciudades principales del país. Por otra parte, las actividades artísticas y de entretenimiento, el comercio y reparación de vehículos, así como el transporte y almacenamiento, jalonaron la recuperación.
Para generar un mayor dinamismo en el mercado de trabajo que le haga contrapeso de forma efectiva al elevado desaliento de la población que se refleja en el incremento de la fuerza de trabajo potencial, se debe dar mayor facilidad a la generación de empleo formal e incentivar la creación de empresas.
Además, es necesario generar medidas que incentiven el empleo para las mujeres y los jóvenes y que propendan por la eliminación efectiva de las barreras que enfrentan en la contratación.
Finalmente, reconociendo que los prejuicios sociales imponen obstáculos para el acceso al empleo en la población LGBTIQ+, es necesario crear políticas que fomenten la inclusión laboral de esta población por medio de la eliminación de sesgos y visiones discriminatorias, con un enfoque diferenciado en las personas transexuales.