5,8 millones de personas trabajan en la informalidad en Colombia. Los jóvenes continúan siendo los más afectados, ya que la tasa de desempleo para estos entre septiembre y noviembre de 2018 se ubicó en 16,1 %. Las mujeres son las más golpeadas al no encontrar un empleo, su tasa es del 21,4 %.
Según las más recientes cifras entregadas por el Dane, para el trimestre septiembre – noviembre de 2018 la proporción de ocupados informales en las 13 ciudades y áreas metropolitanas fue de 46,9 %, y para el total de las 23 ciudades y áreas metropolitanas del 48,1 %. De las 23 ciudades y áreas metropolitanas, las que presentan la mayor proporción de informalidad son Cúcuta (70,1 %), Santa Marta (66,3 %) y Sincelejo (65,6 %). Por otra parte, las ciudades con menor proporción de informalidad fueron Manizales (38,8 %), Medellín (41,5 %) y Bogotá (42,0 %).
El Dane plantea que en las 13 áreas metropolitanas hay 5,78 millones de trabajadores formales, mientras que los informales llegan a 5,1 millones. Es decir, hay más trabajadores formales que informales, pero la tendencia no avanza. En las 23 áreas que mide el Dane, los informales llegan a 5,8 millones de personas, y los formales a 6,2 millones.En el editorial del diario La República del 15 de enero de 2019, se plantean diversos tipos de informalidad laboral en Colombia. Una envuelve al grupo capacitado que no encuentra un trabajo formal y se debe dedicar a las ventas callejeras o a los trabajos temporales remunerados por horas, o a los contratos verbales. El otro grupo está conformado por las personas que no están capacitadas, no han recibido ningún tipo de educación y hacen de la calle su forma de vida, «que dicho sea de paso, puede ser más rentable que trabajar en alguna empresa formal».
Alrededor de la informalidad se presentan dos fenómenos, ambos expuestos en el editorial. Uno de ellos es la llegada de miles de venezolanos a diversas ciudades colombianas. El otro, la cultura de la informalidad rural, que ocupa más del 70 % de las opciones laborales en el campo. «Tanto la diáspora venezolana como la migración del campo a la ciudad, son fenómenos reales que deben ser canalizados hacia el sector formal de la economía, pues de lo contrario esta mano de obra puede ser captada por las fuerzas del contrabando, y por qué no, por la delincuencia», se explica en la publicación.
Al cierre de noviembre de 2018, cerca de 1,16 millones de jóvenes en edad de trabajar, entre 18 y 28 años, estaban sin empleo, siendo la población femenina la más afectada por esta problemática; lo que se traduce en una tasa de desempleo para esta población del 16,1 %.
Como lo publica El Tiempo, el nivel de desocupación de esta población está muy por encima de la tasa de desempleo total del país para ese mismo período, cuando alcanzó el 9,1 %. No obstante, esa cifra estuvo 2,6 puntos porcentuales por debajo del registro observado en el trimestre enero-marzo del 2018 (18,7 %), lo que significa que cerca de 150.000 jóvenes lograron ubicarse en algún oficio a lo largo de esos primeros 11 meses.
Ahora, en lo que concierne a los géneros, por cada hombre joven sin un puesto de trabajo entre los 18 y 28 años, dos mujeres se encontraban en esas mismas circunstancias. Stefano Farné, director del Observatorio Laboral de la Universidad Externado de Colombia, afirma en el medio de comunicación citado que “una empresa muchas veces prefiere contratar a un hombre porque le resulta más económico. No debe pagar licencias de maternidad y probablemente tendrá que dar menos permisos o incapacidades”.
Para el viceministro de relaciones laborales, Carlos Alberto Baena, la formalidad laboral es resultado del tripartismo, por lo que hay que impulsar la cooperación entre empleadores, trabajadores y autoridades nacionales, actores esenciales para poner en marcha un programa transformador que propicie la formalización.
Baena resaltó que desde el Ministerio del Trabajo se vienen diseñando estrategias por medio de la firma de acuerdos de formalización, y se están impulsando los pactos de trabajo decente en el país en sectores como el de transporte, el cual presenta gran informalidad. «Estamos enfocados en el tema del empleo y la formalización. Sabemos que el mayor problema que tiene la economía es la informalidad», dijo.