Cuando se tiene un activo sin un uso previsto se requiere realizar una revisión para determinar cómo clasificarlo. En este editorial mencionamos cómo evaluar un terreno bajo estas condiciones, a fin de reconocerlo, ya sea como inventario; propiedad, planta y equipo, o como propiedad de inversión.
A continuación, daremos respuesta a la siguiente inquietud: ¿Cómo debe reconocer una entidad del grupo 2 un terreno sobre el cual no se ha definido cuál será su uso?
Para resolver esta pregunta se requiere precisar que en el Estándar para Pymes no existen lineamientos que aborden la manera en la que debe reconocerse un terreno del cual no se haya definido su uso. Por tanto, tomando como referencia los párrafos 10.4 a 10.6 de dicho estándar, que exponen que si no hay en el marco normativo para grupo 2 un tratamiento específico para una transacción o hecho económico, el preparador de información puede utilizar su juicio profesional para desarrollar y aplicar una política contable, apoyándose en la revisión del Estándar Pleno.
Ahora bien, la NIC 40 de propiedades de inversión menciona en el párrafo 8 que se consideran como tal los terrenos que:
De acuerdo con el último ítem, y dado que el terreno no ha sido destinado como inventario o como propiedad, planta y equipo, entonces se considerará propiedad de inversión y se contabilizará como tal. Sin embargo, por ejemplo, si hay un terreno que no está siendo utilizado y la entidad tenía previsto utilizarlo para construir allí una nueva sede, entonces debió ser clasificado como propiedad, planta y equipo, puesto que sí había en dicho momento un uso previsto del activo. Lo anterior es diferente al caso en el que la entidad no ha decidido qué hacer con el terreno desde un inicio.