Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El proceso de reorganización empresarial es una alternativa de salvamento para las empresas que atraviesan dificultades financieras. Su objetivo principal es dar soluciones para que las empresas puedan responder por sus acreencias.
Aquí te contamos los detalles de este proceso para el AG 2022.
Toda empresa, indistintamente de su actividad o tamaño, así como las personas naturales comerciantes y no comerciantes, están propensas a enfrentarse a una crisis económica que afecte su capacidad para cumplir con sus obligaciones. Por ello, existen mecanismos para facilitar la recuperación económica y la protección de la empresa como unidad económica y generadora de empleo; tal es el caso, del proceso de reorganización empresarial.
Esta figura fue establecida a través de la Ley 1116 de 2006, que permite normalizar las relaciones comerciales y crediticias de las organizaciones mediante su restructuración operacional, administrativa, de activos o de pasivos.
Por ello, estos procesos deben entenderse como una alternativa de salvamento para las empresas que atraviesan problemas financieros que impiden el cubrimiento de sus deudas. Con dicho salvamento se pretende responder a los intereses tanto del deudor como de los acreedores.
Con ocasión de la emergencia sanitaria generada por la propagación del COVID-19, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo expidió el Decreto Legislativo 560 de 2020, que adoptó medidas transitorias para agilizar los procesos de insolvencia y mitigar los efectos de la pandemia, a la vez que buscaba la recuperación y preservación de las empresas.
En el siguiente video, el Dr. Diego Guevara Madrid, líder de investigación tributaria de Actualícese, explica que aquellos contribuyentes que aplicaron el proceso de reorganización empresarial tuvieron una gabela tributaria importante solo para los años 2020 y 2021 contemplada en el artículo 15 del Decreto Ley 772 de junio del 2020. Este decreto permitió el tratamiento como ganancia ocasional a la condonación de pasivos para personas naturales y jurídicas en reorganización:
De acuerdo con lo expresado por el conferencista, dicha ganancia ocasional podría ser afectada con la compensación de pérdidas fiscales de años anteriores. Sin embargo, este beneficio no fue prorrogado por la Ley 2159 de 2021, ni en la actualidad por la nueva reforma tributaria, Ley 2277 de 2022.
Al respecto, la Ley 2277 de 2022 establece lo siguiente:
Los decretos legislativos 560 y 772 de 2020 y sus decretos reglamentarios quedarán prorrogados hasta el treinta y uno (31) de diciembre de 2023, con excepción de los parágrafos 3 del artículo 5, el título III del Decreto Legislativo 560 de 2020, y el título III del Decreto Legislativo 772 de 2020.
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