El recaudo de impuestos se ve fuertemente afectado por la evasión y/o elusión y por la cantidad de exenciones tributarias.
En la realidad ocurre que no siempre el que tiene más es el que paga más.
Es importante que la Dian cuente con un personal altamente capacitado y bien pago.
Re-imaginemos es un proyecto de investigación que busca visibilizar, cuestionar y reimaginar la desigualdad en Colombia. A partir de un diálogo entre 150 jóvenes académicos, artistas, activistas, víctimas y demás personas, se han publicado 30 columnas investigativas en medios como El Espectador. A continuación, destacamos una enfocada en el análisis del sistema tributario nacional.
Existen profundas desigualdades en la forma como opera nuestro sistema tributario. No siempre el que tiene más paga más; existen regímenes especiales y exenciones tributarias para algunos sectores y empresas sin una justificación técnica.
De igual forma, «los terratenientes pueden terminar pagando muy poco en impuestos, y algunos que tienen el conocimiento o la plata para pagar por el conocimiento, logran evadir impuestos en paraísos fiscales».
Parte de las desigualdades del sistema tributario colombiano vienen de que las tasas efectivas de tributación no son suficientemente progresivas.
Por progresivas se entiende que las personas que más pueden pagar contribuyan con un porcentaje mayor de sus ingresos que las personas que menos pueden pagar. Esta es una característica que los sistemas tributarios deberían tener, explica la publicación.
Otra fuente de desigualdad está relacionada con la evasión y/o elusión. «En palabras simples, algunas de las grandes empresas y de las personas más ricas logran contratar expertos para encontrar ‘huecos’ en el Estatuto Tributario que les permiten pagar menos impuestos». Una práctica común es llevar el dinero a paraísos fiscales donde se puede reducir su carga tributaria.
Los impuestos que no pagan estas personas son dinero que el país no recauda y, por lo tanto, es dinero que no se invierte en arreglar nuestras vías, en construir centros de salud, o en contratar a más maestros. Esto afecta principalmente a los colombianos más pobres, que son quienes dependen de los sistemas públicos de educación, salud y transporte.
La desconfianza hacia el Estado es otro de los problemas que se presentan para que los contribuyentes continúen evadiendo y eludiendo impuestos. Es verdad que existen niveles de corrupción muy altos en el país, pero no pagar impuestos nos acerca a lo que se conoce como un “equilibrio perverso”: la gente no paga, el Gobierno no tiene suficientes recursos para invertir, las necesidades sociales persisten, se genera descontento y desesperanza, y las justificaciones para no pagar impuestos terminan aumentando aún más.Para los autores de este informe existen soluciones. Un primer paso es eliminar las exenciones tributarias y regímenes especiales, excepto en los contados casos en los cuales se demuestre el beneficio social que una exención pueda generar.
Otro aspecto es hacer más equitativo el lobby político entre empresas y sectores:
Es clave que las pequeñas y medianas empresas organicen sus gremios, para hacer oír sus voces, pues las empresas que logran hacer lobby actualmente son principalmente las más grandes, organizadas en grandes gremios, como los del sector minero.
También es necesario que entidades como la Dian cuenten con profesionales altamente capacitados y bien pagos para reducir las asimetrías entre los abogados que trabajan en la entidad frente a los costosos abogados tributarios que contratan algunas personas o empresa para encontrar huecos en el Estatuto Tributario.
Se necesita una mayor formación y más recursos para que los funcionarios de los gobiernos locales puedan ejercer su responsabilidad y autonomía recaudando impuestos.