El cambio climático y el fenómeno de El Niño están ocasionando cambios en las condiciones laborales de los trabajadores.
Los empresarios deben asegurar el bienestar de los colaboradores, salvaguardar la productividad empresarial e incorporar escenarios de riesgos asociados a fenómenos climáticos extremos.
La Organización Meteorológica Mundial –OMM– declaró el 5 de julio oficialmente el inicio del fenómeno de El Niño, patrón del cambio climático que ocurre cada dos a siete años y se relaciona con el calentamiento de la superficie oceánica en el Pacífico tropical central y oriental.
Poniendo la lupa en Colombia, el Ideam ha dicho que el impacto se sentirá primero en la zona Pacífica del país, seguido de los valles interandinos y, finalmente, en la región Caribe y el archipiélago de San Andrés y Providencia.
Entender los impactos de la llegada de este fenómeno permitirá generar acciones oportunas para el cambio en los procesos productivos, las relaciones laborales y los mecanismos comerciales.
Para Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del Consejo Colombiano de Seguridad, es fundamental adaptarse para proteger la salud de los trabajadores. En el 56º Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente y la 37ª Feria de Seguridad Integral, organizados por el Consejo Colombiano de Seguridad, Solano manifestó:
Hacerlo no solo es ético, sino también beneficioso para la productividad y el ambiente laboral. Resulta clave para garantizar la continuidad de las operaciones en un clima cambiante.
«La agenda académica de este #CongresoCCS responde a los retos actuales y demandas de las organizaciones. Estamos llamados a ser agentes de cambio, a crear sinergias e intercambiar conocimientos para crear un mundo laboral más sano, seguro y sostenible»: @asolanoluque pic.twitter.com/JOnwqQXEhg
— Consejo Colombiano de Seguridad – CCS (@CCS_Colombia) July 5, 2023
Por su parte, Nahuel Arenas, jefe regional de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres –UNDRR– para las Américas y el Caribe, advirtió que se debe invertir en medidas de reducción del riesgo y adaptación, la implementación de sistemas de alerta temprana y de respuesta a emergencias, con el objetivo de garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades, y salvaguardar la productividad empresarial.
«Este foro se trata de analizar nuestras exposiciones y vulnerabilidades para reducirlas y evitar que las amenazas se conviertan en desastre», dijo @niankul23, jefe (a.i) de @UNDRR_Americas , durante rueda de prensa previa al III Foro Regional ARISE para las Américas y el Caribe. pic.twitter.com/BzlXOWZvLt
— UNDRR Américas y el Caribe (@UNDRR_Americas) July 5, 2023
Citó una serie de puntos que se deberán tener en cuenta desde el ámbito laboral y empresarial para la adaptación al cambio climático. Su primera recomendación es la siguiente:
Se deben planificar las operaciones, tareas, turnos y condiciones de trabajo considerando los aumentos de temperatura para reducir la exposición de los trabajadores.
El sistema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo –SG-SST– se debe adaptar para identificar riesgos emergentes y proteger la salud de los trabajadores en ambientes al aire libre, incluyendo revisión de condiciones de salud y descanso adecuado.
También, se deben incorporar escenarios de riesgos asociados a fenómenos climáticos extremos en los planes de emergencia y contingencia, como incendios, sequías, inundaciones, aumento del nivel del mar, entre otros.
Frente a la pérdida de biodiversidad y limitaciones de acceso a materias primas, la recomendación es rediseñar productos, innovar en modos de producción y fomentar alternativas sostenibles. De igual forma, hay que fomentar en el sector empresarial el uso de tecnologías más limpias para el desarrollo de sus actividades, con el fin de optimizar el trabajo y recursos.
Desde la Organización Internacional del Trabajo –OIT– se ha advertido que los trabajadores que laboran formalmente, y que trabajan en espacios cerrados como fábricas y oficinas, enfrentan riesgos si los niveles de temperatura no se controlan adecuadamente.
El incremento de la temperatura puede generar náuseas, fatiga mental y/o física, acelerar el pulso cardiaco, entre otros síntomas. Además, la concentración, la coordinación y la toma de decisiones se pueden ver afectadas, lo que aumenta el riesgo de accidentes laborales.
Por su parte, las empresas pueden experimentar una escasez de mano de obra en áreas mal acondicionadas donde las personas no están dispuestas a trabajar por el salario actual.
Por lo anterior, los trabajadores que gozan de ambientes climatizados estarán mucho más cómodos y serán más productivos, sin embargo, las empresas deberán asumir el costo del incremento de energía, recurso que se limita en temporadas secas debido al descenso en el nivel de los embalses.