El Gobierno de Gustavo Petro afrontó su primera jornada de protestas en contra de los cambios que pretende implementar, en especial la reforma tributaria. Muchos sectores sienten que se verán impactados con las nuevas disposiciones en materia impositiva que cursan trámite en el Congreso de la República. El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, abierto al diálogo ha manifestado que se vienen realizando modificaciones al proyecto de reforma tributaria.
Las protestas se llevaron a cabo pacíficamente. ¿Tendrán efecto? Es evidente que se necesitan recursos para sacar adelante el plan de gobierno, dar estabilidad a las finanzas públicas y cumplir con los programas sociales.
El sector empresarial viene en recuperación después de afrontar la pandemia, sortear problemas en la cadena logística y altos costos en las materias primas por presiones inflacionarias que tienen poco margen de maniobra; por ello, es importante ajustar las metas de recaudo atendiendo la realidad económica y los pronósticos de crecimiento para el año 2023.
El Gobierno central debe tener capacidad de respuesta a las solicitudes y demandas de los ciudadanos, de las instituciones y gremios frente a la reforma tributaria. Es clave la adecuada estimación de la tasa efectiva de tributación –TET– para no afectar la competitividad del aparato productivo, poder jalonar mayor inversión extranjera que apueste por establecerse en el país y que contribuya a la generación de empleo formal.
El tema económico acompañado de políticas inclusivas es imprescindible para el desarrollo del país. Si persisten las distorsiones internacionales, se pronostica un crecimiento económico a la baja con repercusiones en los mercados; esto obliga la creación de reglas de juego claras al momento de establecer bases y tarifas para los impuestos saludables, ambientales, dividendos, ganancias ocasionales y demás gravámenes que serán incluidos en la reforma tributaria.
La redistribución del ingreso debe ser dirigida a disminuir las desigualdades económicas y sociales, sin pretender constituir un Estado asistencialista. Es trascendental que exista equidad tributaria, inversión de ingresos priorizando las necesidades de la población para mitigar la pobreza y las deficiencias en servicios básicos, logrando el mejoramiento de las condiciones de vida.
¿Por qué demasiadas reformas tributarias? Los dos últimos Gobiernos suman 7: Santos 4 y Duque 3, con las cuales lejos de establecerse procedimientos simplificados en la determinación de los impuestos, tasas, multas y sanciones, tenemos un sistema tributario complejo que puede conllevar a diferentes interpretaciones para una misma norma. No se debe ahorrar esfuerzos en la construcción de alternativas para elaborar una reforma tributaria estructural con aportes de todos los sectores. Hay que acabar con la colcha de retazos en que se ha convertido el Estatuto Tributario.
Roberto Carlos Torres Aguas
Contador público, especialista en Finanzas, diplomado en Formación para la Educación Superior y en Normas Internacionales Contables e Información Financiera –NIIF–.