Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Angie Vargas, uno de los mayores retos que tiene en política laboral el Gobierno entrante es buscar la equidad económica a través del salario mínimo.
Esa búsqueda no puede significar una carga mayor para los empleadores de pequeñas y medianas empresas.
Las propuestas laborales del presidente electo Gustavo Petro han generado todo tipo de polémicas. Angie Marcela Vargas analiza y opina sobre algunas de estas.
Para Angie Marcela Vargas, docente en la Universidad Autónoma de Occidente en cátedras de legislación laboral y comercial, la propuesta de Gustavo Petro de crear una política de empleo garantizado es buscar a través de políticas públicas el acceso a un empleo formal que cumpla por lo menos los derechos mínimos laborales.
Sabemos que la informalidad en Colombia es muy alta y la misma no permite el acceso real a un ingreso mínimo; por ello, si se busca que mejoren las condiciones sociales, estas deben provenir del trabajo, que es uno de los pilares fundamentales del Estado social de derecho, dado que a través de este las personas pueden obtener los recursos que les permiten acceder a una vida digna.
Vargas afirma que el mínimo vital y móvil es uno de los principios que la Constitución Política de 1991 dispone para garantizar la vida digna de los colombianos. Recordemos que Colombia es un Estado social de derecho, estado de bienestar, el cual tiene como deber garantizar la calidad de vida de los ciudadanos, sin que ello implique que deba el Estado proporcionar los recursos, sino dar las herramientas y los medios para que se logre su acceso.
Por ello, una de las formas que tiene el Estado de garantizar esto es a través de la fijación de un salario mínimo que permita el acceso a los bienes y servicios básicos para lograr vivir dignamente.
Actualmente, debido a que el salario mínimo no incrementa como debe ser, teniendo en cuenta la inflación y otros aspectos económicos, según lo que se escucha y se puede ver en la cotidianidad, este no es suficiente para alcanzar esa vida digna que nuestra constitución política pregona.
Desde su punto de vista, uno de los mayores retos que tiene en política laboral el Gobierno entrante es buscar la equidad económica a través del salario mínimo, pero sin que ello signifique una carga mayor para los empleadores de pequeñas y medianas empresas; y poner bajo la lupa factores económicos como el costo de vida, el IPC, la inflación, la situación actual del dólar, la posible recesión, económica mundial, entre otros.
La era digital es una realidad acelerada por la pandemia, y afecta todos los aspectos de la vida; entre ellos, por supuesto, las distintas formas de ejecutar un contrato laboral.
Las plataformas o economía colaborativa surgieron como respuesta a esa era digital y al nacimiento de nuevas necesidades de la población. Nacen como una alternativa a lo tradicional buscando simplificar tareas como domicilios o el transporte de personas; sin embargo, pese a que se trata de una evolución social, económica y cultural, las mismas no pueden desconocer postulados y derechos que han surgido desde diferentes luchas y que han buscado la humanización precisamente de la economía e industria.
Es necesario que esa forma de trabajo que surge a través de estos medios digitales sea acorde a los postulados laborales legales, constitucionales e incluso declarados como derechos humanos.
Siempre que en una relación se configuren los elementos de un contrato de trabajo deberán garantizarse todos los derechos laborales y de seguridad social, dado que, como se manifestó con anterioridad, tienen una función directa en la calidad de vida y el acceso a la vida digna de las personas.
Para Vargas, es una pregunta compleja, pues no solo se debe tener en cuenta el derecho laboral, sino también los aspectos económicos y culturales.
Sin embargo, desde su óptica creería que un aspecto fundamental es el apoyo a la pequeña y mediana empresa, que son las principales fuentes de trabajo en Colombia.
Debemos brindarles a las pequeñas y medianas empresas ayudas tributarias, tarifarias y demás, para que las mismas puedan garantizarles a sus trabajadores la garantía de sus derechos, incluso a través de incentivos por la contratación laboral directa y formal que les ayude a alivianar otras cargas y que con ello no sacrifiquen los derechos de sus trabajadores para mantenerse, así como teniendo la oportunidad de crear más empleo, debido a dichos incentivos reales.
Finalmente, Vargas afirma que es fundamental que el próximo Gobierno recorte las brechas laborales que hay entre hombres y mujeres.
Las barreras laborales que enfrentan las mujeres, desde mi opinión, surgen desde perspectivas culturales y económicas. Considero que una política pública real y efectiva que busque que las empresas realmente rompan esas ideas preconcebidas del género puede ayudar al empleo en la mujer; no es una tarea fácil.
Recuerda que, Actualícese, con el apoyo de la Dra. Angie Marcela Vargas, resolverá tus dudas en las áreas de seguridad social, pensiones, nómina, etc., con el respaldo riguroso de la norma que nos caracteriza. Si deseas conocer más información, envíanos tu pregunta aquí.
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