La acumulación de riqueza es un factor de desigualdad más fuerte que la recepción de ingresos, por lo que con la reforma tributaria se busca cambiar esta situación.
Una persona con una entrada baja de dinero suele gastar todo lo que le ingresa para poder vivir, comparado con quienes tienen ingresos altos.
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha dicho en varias ocasiones que el patrimonio en Colombia está altamente concentrado, por lo que habría un cambio en el sistema tributario.
El impuesto al patrimonio propuesto en la reforma tributaria busca que las personas naturales que disponen de grandes capitales paguen una suma adicional y permanente como producto de la rentabilidad que puedan obtener a partir de sus activos.
Dicho impuesto al patrimonio tendría las siguientes tarifas marginales:
Para entender la afirmación de Ocampo, el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana caracteriza la concentración del patrimonio líquido de las personas naturales declarantes del impuesto de renta.
El patrimonio líquido corresponde al patrimonio bruto menos las deudas. El patrimonio bruto son todos los bienes y derechos apreciables en dinero poseídos por cada contribuyente en cada período fiscal, los cuales pueden estar en el país o en el exterior:
Los resultados evidencian que efectivamente la distribución del patrimonio en el país es desigual y la riqueza del país se concentra en muy pocas manos.
Para explicar lo anterior, el observatorio utiliza información de la Dian respecto a las declaraciones de renta realizadas para 2019 que corresponden a algo más de 3,6 millones de personas. Estas cifras de personas están agrupadas en 1.000 grupos con 3.600 personas en promedio. En la base se expone la “declaración de renta promedio” de cada grupo:
En este orden de ideas, en esta base y análisis se excluyen las personas que no declaran renta y, en principio, cuentan con menos ingresos y patrimonio que quienes sí lo hacen. Los declarantes representan solo el 12,5 % de la población económicamente activa. Por lo tanto, se excluye al 87,5 % restante. De esta forma, los resultados de este análisis subestiman la dimensión de la concentración del ingreso.
Tres son las formas, entre otras, a través de las cuales se puede medir la concentración de la riqueza:
La caracterización evidencia que el 10 % de los declarantes más ricos tiene un patrimonio líquido que es 156 veces el patrimonio del 10 % de los declarantes más pobres. Asimismo, el 1 % de los declarantes posee el 20 % del total de los patrimonios.
Con lo anterior, se confirma que el patrimonio se encuentra altamente concentrado.
Ahora bien, estos dos indicadores son limitados, puesto que estudian la desigualdad desde un porcentaje específico de la población. Una de las formas más comunes de estudiar la distribución de la riqueza transversal es a través del índice de Gini, que sintetiza la desigualdad de toda la población cubierta en un número. En este índice un valor de cero correspondería a igualdad absoluta y un valor de uno a equidad absoluta.
El valor del Gini para la base de declarantes del 2019 es de 0,65. Como referencia, el Gini de los ingresos de toda la población colombiana fue 0,523 en 2021. Este resultado evidencia una gigantesca concentración del patrimonio. De nuevo, es importante reiterar que al incluir la totalidad de la población, y no solo a los declarantes, el Gini del patrimonio sería incluso mayor que 0,65.
La desigualdad es usualmente más fuerte en el patrimonio que en ingresos. Esto se debe a que una persona con un ingreso bajo suele gastar todo lo que le ingresa para mantener un consumo que le permita vivir.
Mientras tanto, una persona con ingresos más altos puede ahorrar para continuar acumulando riqueza y aun así vivir con relativa holgura.
En consecuencia, «las diferencias de ingresos se vuelven muchísimo más grandes en términos del patrimonio».
La política tributaria no solo es un instrumento de redistribución del ingreso, también de redistribución de la riqueza, por lo que es importante estudiar la concentración del ingreso y la concentración de la riqueza.
Este ejercicio evidencia que la acumulación de riqueza es un factor de desigualdad más fuerte que la recepción de ingresos. La conclusión del observatorio es la siguiente:
En este orden, el impuesto al patrimonio propuesto en el proyecto de reforma tributaria tiene cabida en el país y sería progresivo.