Los regímenes del sistema pensional colombiano fallan en cobertura, sostenibilidad y equidad.
Los fondos privados no deberían invertir en empresas del respectivo grupo económico.
Es necesario que se revisen las comisiones de administración y seguros que cobran los fondos de pensiones.
Garantizar a la población el amparo contra las contingencias de la vejez, invalidez o muerte es el propósito de todo sistema pensional. Sin embargo, los dos regímenes que existen en Colombia, el privado y el público, a los que los colombianos se afilian, no lo cumplen.
Esa es la opinión de Jorge Iván González, cofundador de Razón Pública y Andrés Avellaneda, investigador de la Universidad Externado de Colombia, quienes examinan en su análisis El sistema de pensiones en Colombia los problemas que se observan.
Además, los regímenes fallan en cobertura, sostenibilidad y equidad. Si se desea avanzar hacia la universalización de las pensiones, deberá mejorarse el recaudo de impuestos generales: no basta con ampliar la cobertura del RAIS.
Deben revisarse las comisiones de administración y seguros que cobran los fondos de pensiones (3 % de los aportes). «Las comisiones de administración podrían disminuir; los recursos que manejan los fondos privados son enormes: 358 billones de pesos», explican.
Cabe recordar que si el aportante está en un fondo privado el 11,5 % de la cotización va a su cuenta de ahorro individual y es lo que servirá para financiar su pensión de vejez, el 3 % cubre los gastos de administración y los seguros previsionales y el 1,5 % va al fondo de garantía de pensión mínima.
Por otra parte, en Colpensiones el 13 % de la cotización se destina a financiar la pensión y el 3 % cubre los gastos de administración y los seguros previsionales. Esto explica TG Consultores:
En Colpensiones el 81.25 % del aporte se destina a financiar la pensión de vejez y en los fondos privados el 71.8 % del total de la cotización. Dependiendo del fondo privado varía el rubro por concepto de gasto de administración.
Los analistas tienen claro que el monopolio de Porvenir y Protección debería acabarse:
Porvenir pertenece al Grupo Aval y Protección al Grupo Empresarial Antioqueño –GEA–. Estas entidades concentran el 85 % del ahorro pensional y así obstaculizan la competencia.
El destino de la inversión de los fondos de pensiones debe discutirse públicamente. El ahorro financiero de la sociedad debería apalancar inversiones productivas con efectos multiplicadores. Los recursos deben estimular la economía limpia, algo que aún no sucede.
Los fondos privados no deberían invertir en empresas del respectivo grupo económico, «algo que se aprobó con el Decreto 1486 de 2018, firmado un día antes de que acabara la presidencia de Santos».
Protección puede adquirir acciones de las empresas del GEA y Porvenir de las del Grupo Aval, pero estas operaciones dan prioridad a los intereses del grupo sobre los de los ahorradores.
González y Avellaneda enumeran un listado de propuestas para modificar el sistema pensional: