Marta Cadavid afirma que el fraude corporativo se debe evitar y anticipar en las organizaciones.
Mariam Bermúdez dice que los nuevos modelos de trabajo de la auditoría permiten que exista mayor exposición al fraude.
Edgar Rodríguez piensa que el fraude no distingue entre lo público y lo privado.
La Asociación de Examinadores de Fraude Certificados –ACFE, por sus siglas en inglés–, nos entrega una hipótesis para pensar y analizar sobre lo que puede significar el fraude corporativo:
Las personas de confianza se convierten en violadores de confianza, cuando se conciben a sí mismos teniendo un problema financiero que no es compartible. Son conscientes de que este problema puede ser resuelto en secreto violando la posición de confianza financiera que tienen y son capaces de aplicar a su propia conducta en esa situación, verbalizaciones que les permitan ajustar sus concepciones de sí mismos como personas de confianza, como usuarios de los fondos o propiedades encomendadas.
Marta Cadavid, contadora pública, máster en Economía Financiera y CEO de Nofraud Latam, afirma en #ConferenciasActualícese que cuando se habla de fraude parece que fuera una situación externa; sin embargo, cuando profundizamos en el concepto podemos darnos cuenta de que el fraude nos respira en la nuca, tanto a nivel personal como organizacional y social.
El fraude es una actividad que tiene como propósito el enriquecimiento personal, se puede dar a través del uso inadecuado de activos o la sustracción de activos, causada por un individuo o una organización. De igual manera, el fraude también puede darse como un engaño para mostrar una cara bonita de la organización, es decir, la manipulación de los estados financieros para engañar un grupo de interés.
Negia Curé Osorio, contadora pública, explica en #ConferenciasActualícese que la confianza que transmite un auditor al darle el visto bueno a los estados financieros de una empresa hace que se incrementen las ganancias de una organización y se pueda evitar el fraude en un futuro.
Se podría pensar que para ser auditor solo se necesitan habilidades y conocimientos, sin embargo, el auditor debe saber generar confianza y así mismo saberlo transmitir a sus clientes.
En concordancia con lo anterior, Alba Lucia Bermúdez, profesora asociada de la Universidad del Valle (sede Norte del Cauca), docente de apoyo y colaboración del programa académico de Contaduría Pública, explica en entrevista con Actualícese que el auditor debe ser un profesional que, ante todo, se encuentre en ejercicio activo de su profesión contable, actualizado y con experiencia en su línea de conocimiento, que en suma le permita garantizar eficiencia y eficacia en los servicios que presta a todos aquellos usuarios interesados en conocer la razonabilidad de las cifras expuestas en los estados financieros.
Para Edgar Nabor Rodríguez Garzón, magíster en Derecho Penal de la Universidad Externado de Colombia y exfiscal delegado ante jueces penales del circuito en Colombia, manifiesta en entrevista con Actualícese que desde la contratación del recurso humano se debe analizar y estudiar muy bien a las personas, con el objetivo de identificar a aquellas que mínimamente cometerían actos de fraude o que tendrían la intención de hacerlo a futuro.
Muchas veces vemos el fraude como parte de una acción llevada por organizaciones o profesionales de las finanzas, no obstante, puede estar en cada una de las acciones que realizamos como personas u organización.
El más reciente estudio realizado por la Organización de Examinadores de Fraude Certificados indica que en promedio el 5 % de los ingresos anuales de una organización se pierden debido a fraudes.
De acuerdo con lo anterior, existen diferentes tipos de fraude corporativo, entre los que se encuentran la corrupción, el fraude en los estados financieros y la apropiación indebida de activos.
Ricardo Jaime Reyes, consultor de soluciones de gasto inteligente de SAP para Latinoamérica y el Caribe, explica en #ConferenciasActualícese que los fraudes son mucho más comunes de lo que se piensa; se presentan en organizaciones de cualquier tipo y tamaño.
Hoy existen tecnologías antifraude que permiten a las compañías hacer una supervisión más detallada de los gastos y que no lleguen sorpresas en los cierres contables.
Marta Cadavid en Podcast con Actualícese explica que el fraude sucede muy seguido en las organizaciones mientras haya recursos, flujo de caja, dinero para pagar a todos y los jefes estén contentos, pero cuando se presentan problemas es el momento de conocer verdaderamente cómo las personas y la organización los afrontan.
El fraude como tal no es uno solo, sino que se compone de una serie de elementos que se agrupan y pueden darse en cualquier organización, por lo que la importancia de poner cuidado a cada uno de estos elementos resulta ser de gran valor para las organizaciones. De esta manera, estudiar cada uno de los comportamientos de los seres humanos frente a una situación de fraude debe ser de alta prioridad para los altos mandos de una organización.
Por otro lado, Mariam Bermúdez afirman que los nuevos modelos de trabajo de la auditoría permiten que exista una falta de interacción entre colegas, menos cohesión cultural de equipo y mayor exposición al fraude.
Este tipo de nuevas prácticas laborales puede traer consigo menos conexión con la organización y que el colaborador esté más expuesto al fraude y otras malas conductas, las cuales pueden afectar a la organización. En muchas ocasiones se puede observar que el trabajador pierde su sentido de lealtad y antepone sus propios intereses.
De acuerdo con las recomendaciones anteriores, debemos tener en cuenta que el fraude no es uno solo. Se compone de varios elementos que se agrupan y pueden presentarse en cualquier organización. Por esto, prestar atención a cada uno de los elementos es de gran valor para las organizaciones.
De esta manera, estudiar cada uno de los comportamientos de los seres humanos frente a una situación de fraude debe ser de alta prioridad para los mandos gerenciales de una organización.