Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para el Consejo Privado de Competitividad, los tres días sin IVA pueden sumar complejidades a la Dian y erosionar el recaudo.
La Comisión de Expertos Tributarios afirma que estas jornadas brindan una mayor ganancia a los hogares más ricos y pueden socavar el cumplimiento tributario en general.
Falta menos de un mes para el primero de los tres días sin IVA que tendrán los colombianos este año para aprovechar los descuentos y realizar compras. El 11 de marzo, el 17 de junio y el 2 de diciembre fueron las fechas elegidas.
Las dos primeras fechas han causado polémica, porque serán 48 horas antes de las jornadas electorales que se realizarán. El primero será dos días antes de las elecciones de Congreso y el segundo será antes de una probable segunda vuelta presidencial.
Poniendo la lupa específicamente sobre este impuesto indirecto, en cuanto al IVA, su recaudo en el año 2021 ascendió a los 46,6 billones de pesos, mientras, en el año 2020 fue de 39,4 billones y en el 2019 representó una cifra de 44,2 billones.
Álvaro Hurtado Rendón, docente de la Universidad EAFIT, haciendo un balance del recaudo tributario del año anterior afirma que los ingresos tributarios brutos exhiben un comportamiento muy dinámico, sin embargo, las exenciones temporales de impuestos como las jornadas del día sin IVA afectan la dinámica del recaudo neto y generan caídas representativas en los ingresos tributarios del Gobierno:
Nos enfrentamos a dos efectos opuestos en este panorama, siendo el primero positivo, el cual es que el mayor crecimiento económico exhibido por la economía colombiana en el 2021 está unido a un mayor nivel de recaudo bruto.
Sin embargo, como resultado de las políticas de estabilización se presenta el segundo, que es negativo, el cual se encuentra explicado porque se ha renunciado por parte del Gobierno a percibir parte de estos ingresos realizando las exenciones.
Hay que recordar que la historia de los tres días sin IVA comenzó con la Ley 2010 de 2019, la cual introdujo la medida anual como herramienta para estimular el consumo. Luego, por el COVID-19 fue expedido el Decreto 682 de mayo de 2020, que adelantó la celebración de los tres días sin IVA. La Ley 2155 de 2021 mantuvo la medida, especificó la lista de bienes para los que aplican e impuso como requisito la expedición de la factura electrónica o documento equivalente.
Desde el punto de vista del Consejo Privado de Competitividad –CPC–, pese a que con los tres días sin IVA se busca estimular la actividad económica y el sector comercial, no existe evidencia empírica que sustente que este tipo de medidas están asociadas al logro de estos objetivos. Según afirma el Informe Nacional de Competitividad 2021-2022:
Estudios indican que políticas similares implementadas en diferentes estados de Estados Unidos no generaron incrementos significativos de la demanda del consumidor o el crecimiento económico –en tanto los consumidores simplemente adelantaron consumos que ya tenían previstos–, y beneficiaron desproporcionadamente a personas de altos ingresos.
Adicionalmente, los tres días sin IVA pueden sumar complejidades a la administración tributaria y erosionar el recaudo. Por lo tanto, el CPC recomienda eliminar los tres días sin IVA.
La Comisión de Expertos Tributarios, por su parte, cree que la iniciativa no debería volver a ser implementada en Colombia. Según dijeron los expertos en la revista Semana:
A pesar de que los datos gubernamentales indican que esta práctica no conllevó a sacrificios tributarios e incrementó el consumo, no recomendamos a la Dian el renovar esta práctica una vez finalizada la crisis económica y sanitaria, debido a que los días sin IVA pueden generar desigualdad, disuadir el cumplimiento de la ley y distorsionar el funcionamiento eficiente del mercado.
La Comisión también resaltó que la implementación de los días sin IVA “debería interrumpirse” porque puede fomentar la inequidad en el país.
En el informe presentado afirman que estas jornadas pueden ser inequitativas, ya que brindan una mayor ganancia a los hogares más ricos y pueden socavar el cumplimiento tributario en general, debido a que crean la impresión de que el IVA es un mal del cual es bueno estar excluido, al menos por algunos días al año.
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