Las pensiones de Colpensiones tendrían un impacto fiscal porque las contribuciones de los afiliados no son suficientes para cubrir las mesadas.
Para los pensionados de fondos privados, si todas las pensiones crecen respecto al salario mínimo, existe un riesgo financiero para las de renta vitalicia.
Uno de los temas que continúa en discusión por parte de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales es el aumento del valor de todas las pensiones en función del incremento del salario mínimo, cuando normalmente la pensión mínima crece igual que el salario mínimo, pero el resto de las pensiones se ajustan con la inflación.
En su comentario económico Elementos para la discusión sobre el aporte a salud y el aumento de las mesadas para los pensionados Anif estima el costo de realizar el ajuste a todas las pensiones con el incremento del salario mínimo.
Las pensiones mínimas, equivalentes a un salario mínimo, gozan del mismo incremento del salario mínimo que se decreta cada año. Para 2022 las pensiones serán de $1.000.000. Las demás pensiones usualmente crecen con la inflación.Anif ha estimado el costo fiscal que traería cada uno de estos dos escenarios:
En el caso del régimen público, administrado por Colpensiones, habría un impacto fiscal, ya que es un sistema en el que las contribuciones de los afiliados no son suficientes para cubrir las mesadas de los pensionados, por lo que se requieren recursos del presupuesto general de la nación para cubrirlas.
Esto describe Anif:
Cifras de la Superfinanciera indican que únicamente en Colpensiones hay 1.5 millones de pensionados. Para el 2021, el costo de estos pensionados fue de $32.9 billones de pesos de los cuales $21.6 billones se financiaron con recursos de Colpensiones y $11.3 billones del Presupuesto General de la Nación.
De darse el primer escenario, donde únicamente las pensiones mínimas crecen 10,07 % y el resto con la inflación, el costo total aumentaría a 35,1 billones de pesos: un impacto fiscal de 2,2 billones para 2022 respecto a 2021.
Sin embargo, de darse el segundo escenario, el costo anual equivaldría a 36,2 billones de pesos, que corresponde a un incremento de 3,3 billones de pesos para 2022 respecto a 2021.
En otras palabras, la diferencia entre el primer y el segundo escenario representa 1,1 billones de pesos.
En el caso del régimen privado de pensiones, régimen de ahorro individual con solidaridad –RAIS–, habría, en primer lugar, un impacto directo sobre la cobertura, ya que menos personas lograrían acumular el capital necesario para obtener una pensión mínima durante todo el período de disfrute, incentivando también el traslado al RPM, en el que se acrecentaría la presión fiscal sobre el PGN.
Advierte Anif:
A pesar de que el RAIS es un sistema autosostenible financieramente, es decir, no utiliza recursos del PGN, en el caso de darse el segundo escenario, existe un riesgo financiero para las aseguradoras para las pensiones obtenidas en modalidad de renta vitalicia.
Con corte a septiembre de 2021, según datos de la Superfinanciera, en Colombia había cerca de 239.000 pensionados en el régimen de ahorro individual, de los cuales un poco más de 80.300 pensionados lo estaban bajo la modalidad de renta vitalicia.
Analiza Anif:
Al realizar el análisis del costo de estas pensiones bajo el primer escenario, encontramos que el costo para el 2022 sería de $2.6 billones de pesos mientras que bajo el segundo escenario, el costo sería de $2.7 billones anuales. Es decir, la diferencia entre los dos escenarios únicamente para las pensiones bajo la modalidad de renta vitalicia es cercana a los $100 mil millones de pesos.