Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Los precandidatos le apuestan a eliminar beneficios tributarios en una próxima reforma tributaria.
César Caballero dice que la reforma se deberá aprobar antes de que finalice el año.
Luis Garay y Jorge Espitia opinan que se necesita una reforma tributaria basada en los principios de la Constitución.
César Caballero Reinoso, gerente de Cifras & Conceptos S. A., recientemente afirmó en su columna de opinión del diario Portafolio que el país tendrá que discutir y aprobar una nueva reforma tributaria antes de finalizar el 2022:
En principio no parece una gran novedad, la historia ha mostrado que cada presidente llega con una reforma tributaria para iniciar su mandato. Lo novedoso de esta situación viene de la urgencia y el volumen de los montos requeridos producto de la delicada situación de las finanzas públicas que entregará el actual mandatario.
Para los economistas Luis Jorge Garay y Jorge Enrique Espitia, el país necesita una reforma tributaria basada en los principios de la Constitución de 1991. Entre otras cosas, esa reforma debería:
Federico Gutiérrez, quien hace parte de la coalición de Equipo por Colombia, resalta que los analistas coinciden en que el país necesita una nueva reforma, «decir lo contrario es irresponsable y populista».
La reforma tributaria propuesta por él está pensada para implementarse a 10 años, con reglas claras y estables que favorezcan la inversión de largo plazo en el país y promuevan la generación de empleo. Tendrá tres ejes: simplicidad, equidad y responsabilidad.
Por su parte, Sergio Fajardo, de la coalición Centro Esperanza, ha dicho que se necesita una reforma tributaria transparente y concertada que corrija los errores de las anteriores, recupere la confianza de los ciudadanos y sirva para financiar las apuestas para la educación, la ciencia y tecnología, y la atención a las poblaciones vulnerables del país.
Será una reforma donde los que más tengan pondrán más. Esta debe aumentar el impuesto al patrimonio y a los dividendos, y eliminar exenciones y privilegios innecesarios. También, debe incluir impuestos saludables y verdes. En su propuesta de reforma no se tocará el IVA.
Juan Manuel Galán, candidato del Nuevo Liberalismo, ha dicho que la reforma tributaria debe estar pensada en el empleo, así como en desmontar las exenciones tributarias ineficientes de 90 billones de pesos.
Reformará los beneficios tributarios que tienen las empresas y los enfocará a las que generen empleo, innoven y sean sostenibles con el medioambiente, especialmente entre las micro y pequeñas empresas. Esto recalcó:
Acabaré con todas las exenciones tributarias ineficientes y politizadas del Gobierno Duque a las empresas grandes y personas ricas. Dejaría solo las que ayudan a crear empleo, innovación o sostenibilidad ambiental.
Afirma que el IVA hay que reformarlo:
La devolución del IVA no está funcionando bien, afectando a los más pobres justo cuando la inflación está disparada. En vez de esa devolución, propondría un mecanismo inverso en donde solamente los hogares más ricos paguen IVA sobre todos los productos que consumen.
Para Óscar Iván Zuluaga, candidato por el Centro Democrático, la próxima reforma tributaria debe garantizar un crecimiento económico del 5 % anual de manera permanente, lo que garantizaría una deuda pública sostenible.
Su reforma tributaria reduciría el gasto burocrático; disminuiría la tarifa de renta para estimular la creación de empleo bien remunerado y financiarlo con menores exenciones; habría una transformación digital de la Dian para enfrentar la elusión, evasión y los delitos económicos; se profundizaría en el SIMPLE para atraer cinco millones de micronegocios que no tributan; y se eliminaría el 4 x 1.000 para incentivar la bancarización y reducir los costos para las pymes.
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