Las medidas tomadas por el Gobierno nacional no atendieron las brechas de género de la tasa de desempleo.
Por el contrario, para Tatiana Gélvez y Mateo Zapata, lo agravaron, pues la brecha aumentó y se dio un cambio estructural en el desempleo.
Tatiana Andrea Gélvez, profesora de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, y Mateo Zapata, economista de la misma universidad, afirman que, partiendo de cifras del 2021, existen tres tipos de brechas de género que afectan a la mujer en su búsqueda de empleo para ser parte del mercado laboral.
Manifiesta Zapata:
Aunque las mujeres cuentan en promedio con más años de escolaridad respecto a los hombres, en 2021 solo el 50 % de ellas participaron en el mercado laboral, a diferencia del 73 % de participación de los hombres.
En el análisis tienen claro que las brechas se profundizaron y persisten en el escenario pospandemia. Siempre ha existido una brecha y con la pandemia se profundizó.
Resalta Zapata:
Persiste en el escenario actual ya que las mujeres tienen poco poder de negociación en el hogar. Los hombres mantendrán el empleo comparado con que las mujeres se dedicaron más a las labores del hogar, cuidado de niños y de personas de la tercera edad durante la pandemia.
En el 2021 en promedio solo el 45 % de las mujeres jóvenes participaban en el mercado laboral, a diferencia del 62 % de los hombres.
El efecto de la pandemia perjudicó a las mujeres y profundizó la brecha, esto debido a los obstáculos que presentan a la hora de ingresar al mercado laboral como los estereotipos y la discriminación.El alto desempleo que hay en Colombia hace que la participación de las mujeres disminuya. No están buscando empleo y, además, casi no tienen acceso a educación de calidad para enfocarse en trabajos que les interesen.
Gélvez, doctora en Gobierno de la Universidad de Essex –Reino Unido– y magíster en Política Internacional Comparada de la Universidad de Southampton –Reino Unido–, critica que las medidas de reactivación económica de finales de 2020 no consideraron a los sectores afectados, «en cambio, se dio prioridad al transporte y a la infraestructura, cuyos trabajadores en su mayoría son hombres».
Para ella, las medidas no atendieron a la brecha de género de la tasa de desempleo; por el contrario, la agravaron, pues la brecha aumentó y se dio un cambio estructural en el desempleo. «La reactivación económica se ha venido dando, pero no así la presencia de la mujer en el mercado laboral», dice.
Los datos indican que la brecha de desempleo entre mujeres y hombres jóvenes es más amplia que la general: la tasa promedio de desempleo en 2021 fue de 28 % para las mujeres y del 17 % para los hombres.
«Esta brecha de 11 puntos porcentuales no se veía desde hace casi dos décadas, sin contar la pandemia», resalta ella.
Zapata describe que la brecha en cuanto a los ingresos laborales disminuyó, con datos del 2021, sin embargo, no es para celebrar, pues las mujeres más vulnerables y con mayores salarios en 2019 salieron del mercado laboral en 2020. Ellas eran las más afectadas por el tamaño de la brecha.
En promedio, 438.000 mujeres jóvenes perdieron su empleo de 2019 a 2020 a causa de la pandemia, a diferencia de los 353.000 empleos perdidos de los hombres jóvenes.
La brecha salarial disminuyó a costa del empleo de las mujeres jóvenes con ingresos bajos: aquellas mujeres que por la naturaleza de su trabajo y sus bajos ingresos pueden perderlo de manera más fácil ante una crisis como la ocurrida.
Para finalizar, Gélvez y Zapata entregan una serie de recomendaciones para atacar el flagelo de la brecha de género: