Un grupo muy afectado por la pandemia es el de las mujeres jóvenes: el desempleo y los obstáculos para ingresar al mercado laboral son mayores.
Ellas afrontan las peores tasas de desempleo, y las jóvenes son el grupo demográfico que mayor incremento del desempleo experimentó debido a la pandemia.
En su más reciente reporte de desempleo en Colombia, correspondiente a marzo de 2022, el Dane reportó la cifra de 12,1 %. Pese a que disminuyó comparado con el mismo mes de 2021, la falta de trabajo en el país continúa siendo alta.
Como ya es habitual mes tras mes, ellas sufren de este flagelo más que ellos. Para marzo de este año, el Dane registró que 1,6 millones de mujeres estaban sin empleo; es decir, 53,7 %. Mientras tanto, el desempleo en los hombres fue de 46,3 %: 1,38 millones.
Por otra parte, de las mujeres desempleadas, el 63,1 % tienen entre 25 a 54 años; el 28,5 %, de 25 a 54 años; y el 8,4 %, más de 55 años.
Lo anterior quiere decir que el desempleo afecta con más fuerza a la población femenina y, en especial, a las más jóvenes.
Las mujeres entre 15 y 24 años fueron las más perjudicadas por la pérdida de empleos: en promedio, 438.000 mujeres perdieron su empleo de 2019 a 2020 por culpa del COVID-19, a diferencia de los 353.000 empleos perdidos de los hombres jóvenes.
Tatiana Gelvez y Mateo Zapata, investigadores de la Universidad Externado de Colombia, en el informe La situación laboral de las mujeres después de la pandemia, afirman que es evidente que la brecha salarial disminuyó a costa del empleo de las mujeres jóvenes con ingresos bajos.
Aquellas mujeres que, por la naturaleza de su trabajo, pueden perderlo de manera más fácil ante una crisis como la ocurrida. Como son trabajos mal pagos, determinan esa diferencia salarial entre hombres y mujeres en contextos normales.
Un grupo también afectado por la pandemia fue el de las mujeres jóvenes: el desempleo es alto para ellas, y los obstáculos para ingresar al mercado laboral, aún mayores.
Hay obstáculos sobre todo para las madres, pues la legislación y la cultura retrograda aún se mantienen, y no dan espacio a una responsabilidad compartida del hogar y del cuidado que pueda remunerarse.
En conclusión, hubo menos empleo para las mujeres en Colombia tras la pandemia. Además, el panorama es desalentador en el mediano y largo plazo con respecto a la disminución de brechas de género.
Con la pandemia los jóvenes sintieron un incremento de la tasa de desempleo 2,2 puntos porcentuales más alta que la población general. Por sexo, las mujeres no solo sufren las peores tasas de desempleo, sino que las mujeres jóvenes fueron el grupo demográfico que mayor incremento del desempleo experimentó debido a la pandemia: 3,8 puntos por encima de los hombres jóvenes.
La página del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo de Colombia publicó que uno de los elementos más importantes a la hora de responder a las necesidades de la población joven en el país consiste en abordar lo que sucede con aquellos que no estudian ni están ocupados.
En el total nacional, el 66 % de las personas en este grupo son mujeres, y dentro de las actividades a las que ellas se dedican existe una descompensación respecto a las actividades del cuidado, ya que representan el 62,1 %, mientras que para los hombres esta actividad representa el 21,1 %. Esto agudiza la brecha de género que existe en la población joven.