La independencia que debe mantener el mandatario electo en sus decisiones para rodearse de un equipo técnico con experiencia marcará el rumbo de su administración. A medida que se van dando a conocer los nombres de las personas que conformarán el gabinete, se despejan dudas de convenios y negociaciones políticas. En ese contexto, y con un panorama internacional complejo por los rumores de recesión en USA y la continuidad del conflicto entre Rusia y Ucrania, asumirá retos el nuevo Gobierno.
Son cruciales las propuestas en materia económica. La más relevante por sus implicaciones es la reforma tributaria con la cual se aspira a obtener un recaudo de 50 billones de pesos. ¿Es factible aumentar el recaudo sin afectar a los de menores ingresos? ¿Más impuestos directos o indirectos? ¿Conviene presentar una reforma tributaria de entrada? ¿Hay tiempo para su pleno estudio y socialización con la ciudadanía y los gremios?
Es necesario enfocarse en la estabilidad macroeconómica; cumplir la regla fiscal; enfrentar la inflación, la devaluación y los efectos de la nueva reglamentación tributaria en las finanzas públicas, estableciendo cargas fiscales acordes a la capacidad de pago de los contribuyentes; ampliar la base de datos del impuesto de renta para las personas naturales, y para las personas jurídicas reducir e ir eliminando las exenciones que no tienen mayor impacto en la creación de empleo.
Atendiendo lo anterior, el capital político del Pacto Histórico tiene su primera prueba. Sumando apoyos de los partidos y movimientos políticos, alcanzando mayorías en el Congreso de la República y logrando consolidar el acuerdo nacional, los proyectos y reformas pasarían sin tener complicaciones en su aprobación. No todo está definido, debe existir oposición política para no permitir propuestas e ideas desfavorables. La oposición en esencia hace parte de la democracia.
Colombia es ejemplo en materia de recuperación y crecimiento económico, reconocido por organismos internacionales como el Banco Mundial. El sector empresarial ha sido resiliente; sabiendo sortear todos los nubarrones viene saliendo adelante. El Gobierno entrante debe tener prudencia y moderación al momento de definir los ajustes fiscales y proyectos sociales incluidos en el Plan de Desarrollo.
La incertidumbre en lo económico siempre está presente cuando se produce un cambio de Gobierno. Adquiere importancia el margen de maniobra que se tenga para gobernar. Los cambios para implementar deben conducir a consolidar un Estado moderno, eficaz y transparente en todos sus procesos, que brinde oportunidades, genere rentabilidad social, atraiga inversión y propenda hacia el aprovechamiento responsable de los bienes y recursos ambientales.
Roberto Carlos Torres Aguas
Contador público, especialista en Finanzas, diplomado en Formación para la Educación Superior y en Normas Internacionales Contables e Información Financiera –NIIF–.