Ricardo Bonilla dijo que una de las conclusiones que presenta el Marco Fiscal de Mediano Plazo es que la economía colombiana atraviesa un proceso de ajuste gradual.
La desigualdad se reduce a partir de una mayor participación de las personas naturales en la estructura tributaria.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, presentó el 14 de junio de 2023 el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2023, donde se mostraron las proyecciones y supuestos del Gobierno en materia fiscal para 2023.
Para Bonilla, la desaceleración económica tocaría fondo este año y comenzará a recuperarse el próximo. Paulatinamente se volverá a una senda de crecimiento de mediano plazo, motivo por el que se deberán poner en práctica estrategias de reindustrialización.
De acuerdo con Bonilla, la economía colombiana atraviesa un proceso de ajuste gradual:
El elevado crecimiento de la economía en 2022, que permitió avances significativos en materia de desempleo y pobreza multidimensional, se desaceleraría a lo largo de 2023 y 2024 antes de converger a su tendencia de mediano plazo por encima del 3 %.
Destacó que la estrategia fiscal de corto plazo de esta administración en respuesta a esos retos sigue cuatro principios:
El documento proyecta una reducción del déficit fiscal en 2023 de 1 punto porcentual –pp– del PIB (4,3 % frente al 5,3 % del 2022).
Este ajuste permitiría alcanzar un equilibrio primario por primera vez desde 2019, apalancado en el mayor recaudo tributario de las reformas tributarias de los últimos dos años y de los altos precios del petróleo, que llevarían a ingresos históricamente altos.
En 2024 se espera un ligero aumento del déficit fiscal a 4,5 % del PIB. Si bien se espera un aumento del déficit frente a 2023, esto se debe a los pagos de servicio de deuda vigente y a un mayor gasto en intereses que resultaría de las mayores necesidades de financiamiento de 2023 y 2024, y de las condiciones de mercado proyectadas, manteniendo así el equilibrio.
Por otra parte, el déficit del FEPC estaría cerca de 0 en 2024, resolviendo definitivamente el desafío que este fondo ha representado por años para la estabilidad fiscal.
Se liberarían recursos fiscales que podrían ser destinados a financiar otros programas sociales más alineados con los objetivos de mayor justicia social y ambiental.
En cuanto a la inflación, esta convergería al rango meta en 2025 y el déficit de cuenta corriente alcanzaría 2,5 % en 2034, permitiendo la estabilización de los pasivos externos netos.
Un día antes, Bonilla, en su intervención en el BID Lab Forum, afirmó que las reformas estructurales propuestas por el Gobierno nacional se deben materializar para que Colombia mejore en productividad y competitividad.
Con el aval a estas reformas habrá muchas más oportunidades de empleo digno, se reducirá la pobreza y la desigualdad, que por el transcurso de los años ha sido un flagelo en Colombia.
Lo anterior, desde su punto de vista, se puede lograr haciendo que más personas naturales paguen impuestos:
La desigualdad en Colombia se reduce, inicialmente, a partir de una mayor participación de las personas naturales en la estructura tributaria.
Hay que recordar que el nuevo ministro de Hacienda expresó esta idea al llegar a la cartera,. Para él, la reforma tributaria 2022 va en el camino correcto, ya que aumenta la tributación para las personas naturales, pero no lo suficiente.
Tendrá que aumentar más en el mediano plazo y balancearse con la tributación corporativa, que hoy es muy grande.
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