Para Jairo Villabona en una reforma tributaria se deben eliminar los beneficios tributarios para que se presente un mayor recaudo.
Con la actual Ley 2277 de 2022 se espera que las personas naturales solo aporten 2,9 billones de pesos, el 14,5 % del recaudo estimado.
¿Qué falencias tiene?
El 8 de febrero de 2023 la Universidad Nacional de Colombia organizó el conversatorio Lo bueno y lo malo de la reforma tributaria: diagnósticos y propuestas, en el que se puso la lupa en la Ley 2277 de 2023, la reforma tributaria del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Cabe recordar que esta es la reforma tributaria número 14 aprobada en los últimos 23 años. Su meta es recaudar 20 billones de pesos en 2023. El sector minero energético a través de 11 billones de pesos sería el que más aportaría, seguido de las empresas con 4 billones de pesos, y las personas naturales con 2,9 billones de pesos.
Jairo Orlando Villabona, director del Grupo de Estudios Fiscales y de Equidad de la Universidad Nacional, afirmó que la aprobación de la reforma fue positiva porque es más progresiva, se van a conseguir un poco más de recursos.
Sin embargo, desde el punto de vista estructural no servirá porque dependemos de la volatilidad del precio de los hidrocarburos: si el petróleo sube se recaudará más, pero ¿y si no.
Y aunque el sector minero-energético, como ya se dijo antes, suma el 71,5 % de lo que se espera recaudar, desde su punto de vista el problema sigue estando en que las personas naturales no pagan impuestos.
Se espera que las personas naturales solo aporten 2,9 billones de pesos, el 14,5 % el recaudo estimado, por lo que, para Villabona, la reforma tributaria debió aumentar los impuestos a las personas naturales.
Por otra parte, es claro al afirmar que la mayoría de los beneficios tributarios tendrían que eliminarse, y dejar unos pocos, «como por ejemplo el impuesto que pagan los colombianos en el exterior, pues de lo contrario se estaría pagando un doble impuesto”.
Explica que si se quieren otorgar exenciones tributarias hay que hacer un análisis costo-beneficio, si el costo es el dinero que deja de recaudar el Estado al otorgar un beneficio, y lo que recibe la sociedad a cambio se justifica o no. «Esto no se hace en Colombia y es esencial».
Villabona, quien es Ph. D. en Ciencias de la Gestión en el área de impuestos de la Universidad de Rouen, Francia, recuerda que los principales ingresos del Estado provienen de los impuestos. Dice que anteriormente el país tenía otros negocios, bancos o empresas de servicios públicos, que le generaban ingresos.
En este momento los impuestos no son muy representativos; al comparar la tributación que recauda Colombia con respecto a la de otros países, notamos que acá son muy pocos. Por lo tanto, si los ingresos del país son muy bajos, lo que este puede hacer para desarrollar planes en salud, vías o infraestructura también será limitado.
Al hablar de impuestos, estos no tienen partido político, factor que debe ser tenido en cuenta por los ciudadanos, lo deben comprender.
Se trata de recursos que necesita el Estado para funcionar, y todos los ciudadanos, sin excepción, debemos hacer nuestros aportes.
El profesor aclaró que “en promedio, la tasa efectiva real de los impuestos que pagaban las empresas en Colombia en 2020 era del 18,4 % y los accionistas del 7 %, siendo el 10 % la tasa máxima. Esto viene siendo el 25 % frente a más del 40 % que se pagaba en otros países”.
Se estima que con la reforma tributaria esta tasa ascienda, en promedio, al 20 % en las empresas y al 15 % en los accionistas, es decir, alrededor de un 35 % en total.
Frente a esto, Villabona cree que fue un error que el Gobierno dejara la tarifa efectiva de los impuestos a las empresas en un 35 %.
Debería bajarse al 25 %, a las microempresas 10 puntos y a las pequeñas 5 puntos, para que se vea que somos un país más competitivo, como se hace en todo el mundo.