El sistema tributario no debe manejar un discurso donde los impuestos se tratan como un castigo en lugar de como un deber de los ciudadanos.
Este debería incluir a todas las personas dentro de un gran sistema de información, donde se podría seguir y mejorar la distribución y el recaudo.
El Consejo Privado de Competitividad –CPC–, en su Informe nacional de competitividad 2022-2003, capítulo “Sistema tributario”, afirma que, en la medida en que se mantenga un sistema complejo donde los contribuyentes sientan que este no genera beneficios, será difícil lograr un recaudo sostenible.
Para lograrlo, indica la entidad:
Es fundamental simplificar el trámite tributario de manera tal que las personas lo comprendan y, en la medida de lo posible, lo puedan gestionar sin intermediarios.
Asimismo, el sistema tributario debe mejorar su progresividad, con el fin de que se vaya restaurando la confianza en los principios por los que este debe velar.
Uno de los problemas que existen entre el Estado y el ciudadano se presenta por el uso de los recursos recaudados. El país se posiciona como el tercero que realiza menor gasto con destinación hacia los individuos entre los países de la Ocde.
Finalmente, se debe buscar que el trámite de las modificaciones al sistema no se apoye en un discurso donde los impuestos se tratan como un castigo en lugar de como un deber de todos los ciudadanos que viven en el país.
La principal recomendación es transitar hacia la declaración universal, lo que implica que el sistema tributario incluya a todas las personas dentro de un gran sistema de información que permita dar seguimiento y mejorar tanto la distribución como el recaudo.
De esta forma se obtendría información para todo el sistema de ingresos y gastos fiscales, y se podría focalizar mejor el gasto, conociendo la información de la totalidad de los ciudadanos.
Así las cosas, si bien la declaración tributaria universal no necesariamente tendría que generar pago para umbrales inferiores a los actuales, sería posible consolidar información y cotejar las características de esta población.
El objetivo debe ser ampliar el número de contribuyentes, por lo que el esfuerzo debe estar enfocado hacia la información.
Esta última debería incorporarse al registro social de hogares, donde se pueda monitorear y estudiar todo el esquema de transferencias, subsidios, impuestos y su impacto en la historia de ingresos de los hogares.
Primero, conocer la información de los hogares en su composición y quehacer económico es importante para brindar apoyo adecuado y concentrar los recursos en las personas más vulnerables.
Segundo, la información almacenada en una declaración universal permitiría contrastar datos de pagos y de otro tipo para pequeños negocios respecto a sus proveedores y otros vínculos comerciales que resultan relevantes para el recaudo.
Como medida de apoyo económico para los hogares más pobres, el Gobierno nacional adelantó el esquema de la devolución del IVA, a través del cual familias de menores ingresos reciben recursos que alivian el impacto del impuesto.
La recomendación por parte del CPC es avanzar con sistemas de información que faciliten evaluar periódicamente la efectividad y eficiencia de la medida, y evaluar periódicamente el cumplimiento del objetivo de equidad.
Este tipo de relación entre el Estado y el ciudadano fortalece los vínculos de confianza y le otorgan valor al sistema a los ojos de dicha ciudadanía.
Las pensiones del régimen de prima media tienen un alto componente subsidiado (75 % de los subsidios pensionales se destinan al 40 % más rico de la población; solo el 4,3 % al 20 % más pobre). Además, el 48 % de los pensionados se encuentran en el 20 % más rico de la población.
En consecuencia, es de esperar que quienes disfrutan de altas pensiones contribuyan al sistema a través del pago de impuestos, aunque en la reforma tributaria se haya tumbado esta propuesta.