Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Anif, en una futura reforma pensional se debe garantizar una transferencia de 180.000 pesos para los adultos mayores en condición de pobreza.
Será necesario corregir el esquema de subsidios regresivos que presente el régimen público de pensiones administrado por Colpensiones.
La reforma pensional es otro de los grandes temas que se discutirán el próximo año que ya ha originado comentarios, análisis y críticas.
Desde el Gobierno nacional se piensa que la mejor opción se basa en tres pilares: el no contributivo, el contributivo y el complementario. Los pilares combinarían el régimen de prima media y el de capitalización mediante tres modalidades:
Frente a lo anterior, el Centro de Estudios Económicos Anif ha planteado, en su informe Ideas para el plan para el Plan de Desarrollo Nacional: pensiones, mercado laboral y educación, tres propuestas con las cuales se busca aumentar la cobertura para que el sistema pensional sea más incluyente y brinde protección a la vejez para aquellos con menores ingresos, pero de una forma fiscalmente responsable.
Se debe garantizar una transferencia de 180.000 pesos, equivalente a la línea de pobreza extrema estimada para 2022, a los adultos mayores en condición de pobreza, garantizándoles el acceso a la canasta familiar básica.
De igual manera, Anif propone fortalecer y ampliar del programa de beneficios económicos periódicos –BEPS– incentivando el ahorro mediante el aporte creciente del Gobierno a quienes logren ahorrar:
Si la persona ahorra durante su vida productiva, a partir de los 65 años recibe su ahorro y el Gobierno le aporta un porcentaje sobre su ahorro de máximo 85 % del smmlv, cualquier persona podría ahorrar cualquier monto de dinero en cualquier período de tiempo.
La propuesta principal es implementar una estructura progresiva de la tasa de reemplazo que permita focalizar los subsidios del régimen de prima media –RPM– correctamente.
La tasa de reemplazo progresiva es mayor para los ingresos más bajos. Mediante este mecanismo se incentiva a ahorrar a través de una tasa de reemplazo creciente en función de las semanas cotizadas:
Aquellas personas que cumplen requisitos y logran obtener una pensión mínima equivalente a 1 smmlv, continúan con una tasa de reemplazo del 100 %.
También se propone modificar la manera de calcular el monto de la pensión, utilizando el promedio salarial de toda la historia laboral de los trabajadores.
Actualmente, para el cálculo del ingreso base de liquidación se usa el promedio salarial de los últimos 10 años o, si es mayor, el promedio de toda la historia laboral.
El promedio salarial de los últimos 10 años es mucho mayor que el de toda la historia laboral, lo que resulta en mayores subsidios implícitos del RPM a las pensiones que redundan en presiones fiscales y mala focalización de recursos.
Finalmente, con el fin de fortalecer el sistema pensional y aumentar la cobertura, se debe permitir la contratación y cotización por horas, ya que no se puede excluir del sistema pensional a las personas que perciben ingresos inferiores al salario mínimo.
Actualmente, se impide que las personas de menores ingresos, que corresponden a las personas de menor educación, no puedan acceder al sistema pensional.
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