El cumplimiento cooperativo tributario en la región es revolucionario. Sustituye el tradicional enfoque de vigilancia y represión del fraude por uno orientado al cumplimiento.
Con esta estrategia se busca que las empresas tengan un marco de control tributario robusto, auditado por la administración.
El Banco Interamericano de Desarrollo –BID–, en su blog, indica que el enfoque del cumplimiento cooperativo tributario actualmente es practicado por seis de cada diez administraciones tributarias a nivel mundial:
Este tipo de iniciativa reduce los costos de cumplimiento y control tributario y fortalece la confianza entre la administración tributaria y el contribuyente, pero en Latinoamérica es escasamente adoptado.
En nuestra región, solo Brasil tiene un programa de este tipo implementado. En Ecuador y Perú lo están empezando a construir.
Para ayudar a los países de América Latina y el Caribe a impulsar esta iniciativa, el BID lanzó el Manual de cumplimiento cooperativo, publicación producida en alianza con la Universidad de Economía y Empresa de Viena y Wolters Kluwer International.
El objetivo es ayudar a los países a implementar este tipo de programa de forma más sistemática para reducir progresivamente los déficits de cumplimiento tributario y de confianza institucional para incrementar el cumplimiento y mejorar el clima de negocios, lo cual es clave para atraer inversión extranjera directa.
Los avances que presente Perú en la implementación de este programa servirán como punto de partida para lanzar otros programas nacionales y una iniciativa regional para abordar coordinadamente la evaluación de riesgos fiscales de empresas multinacionales.
Con lo anterior se maximizarían los resultados que tengan impacto en la correcta determinación de las obligaciones tributarias y la seguridad jurídica en todos los países involucrados.
El cumplimiento cooperativo tributario es un programa abierto para grandes empresas que voluntariamente deseen adherirse, “en el cual las autoridades tributarias ofrecen servicios de la mayor calidad y oportunidad, que dan a los contribuyentes la seguridad jurídica que demandan los inversores internacionales y que reducen la litigiosidad”.
Los contribuyentes, por su parte, garantizan a la administración tributaria que cumplirán voluntariamente sus obligaciones fiscales y pagarán los impuestos correcta y oportunamente.
El BID explica que, para nuestra región, América Latina y el Caribe, el cumplimiento cooperativo tributario es revolucionario porque sustituye el tradicional enfoque de vigilancia y represión del fraude por otro orientado al cumplimiento:
Este parte de la confianza mutua, pero no ciega, sino justificada a partir de que la empresa tenga un marco de control tributario robusto, auditado por la administración.
Un enfoque sistemático y progresivo debería conducir a mejorar el cumplimiento de los grandes contribuyentes y ganar su confianza, lo cual podría también contribuir a atraer mayores flujos de inversión directa.
Además, las empresas matrices de la mayoría de los inversores importantes de la región son contribuyentes en países que tienen programas de cumplimiento cooperativo. Ofrecer estos en sedes de las filiales es extender una práctica que las matrices conocen y aprecian:
Hay una tremenda oportunidad de colaboración en nuestra región para hacer del cumplimiento tributario cooperativo una realidad regional, pues compartimos un espacio geográfico, lingüístico, cultural, de tradición jurídica y desafíos sociales muy similares.