Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Del proyecto de reforma tributaria se destaca que con el impuesto al patrimonio se intente obtener recursos de las personas más favorecidas.
Se deben aclarar puntos sobre la tributación de las pensiones.
Es negativo que no se asignen tasas menores a las micro y pequeñas empresas como se había prometido.
El proyecto de reforma tributaria presentado por el Gobierno tiene como meta hacer más equitativo el sistema tributario y combatir la evasión para generar recursos, y así aplicar una política para mejorar las condiciones de vida de los menos favorecidos.
Con la reforma tributaria se busca obtener 25 billones de pesos para el próximo año, cifra que aumentaría a 50 billones anuales por la gestión de la Dian.
Jairo Orlando Villabona, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia y miembro del Grupo de Estudios Fiscales y de Equidad, afirma en Los lunares del proyecto de reforma tributaria que, aunque el proyecto representa un avance hacia la progresividad y la equidad, también presenta ciertos lunares. Además, varios aspectos relevantes se quedaron por fuera.
Entre los aspectos destacables del proyecto se encuentra que para calcular el impuesto se sumarán los dividendos con las demás rentas, que antes tenían una tasa máxima del 10 %. Esto se armoniza con el tratamiento internacional, al menos en la progresividad, lo que generaría algo de recaudo y mayor justicia social. Sin embargo, existen varios mecanismos para no tributar sobre ellos, lo cual haría ineficaz la medida.
El impuesto al patrimonio intenta al menos obtener unos recursos de las personas más favorecidas de la sociedad gravando a las personas naturales y sucesiones ilíquidas que tengan un patrimonio líquido entre 2.736 y 4.636 millones de pesos (valores del 2022) con una tarifa progresiva desde 0,5 %, y de 1 % a los patrimonios que superen este valor. No obstante, este hubiera podido aumentar al menos al 1,5 % la tarifa más alta.
Frente al tema de las pensiones, aunque siempre se habló de que estas se gravarían a partir de montos superiores a los 10 millones de pesos, en el artículo 2 del proyecto de reforma tributaria se indica que a estas se les impondría un gravamen a partir de los 5,2 millones de pesos mensuales considerando que tienen 13 pagos al año. Esto se deberá aclarar.
Villabona también destaca la idea de eliminar los tres días sin IVA, medida que favorecía más a las grandes superficies y a las empresas extranjeras que a los productores nacionales.
Por otra parte, ve con buenos ojos los impuestos ambientales, ya que armonizan con la política del cuidado del planeta. «Aunque en el mundo existen varios gravámenes en este sentido, en Colombia no se han tenido en cuenta», dice.
Desde el punto de vista de Villabona, no se asignaron tasas menores a las micro y pequeñas empresas como se había prometido en campaña. En vez de esto se reformó el régimen simple de tributación.
Desde todo punto de vista es más práctico y efectivo disminuir las tasas y hacer menos complejo el sistema, lo cual en efecto va en contra de la evasión.
El proyecto tampoco hizo una distinción acerca del estado civil del contribuyente ni en las tablas del impuesto de renta de personas naturales de casados y solteros como en otros países. La situación de un soltero que se gane 10 millones de pesos mensuales no es la misma que la de una persona casada y con hijos que se gane 10 millones.
Otro aspecto negativo del proyecto es que, aunque la evasión es el principal problema del sistema tributario, y se dice que se combatirá sin tregua, no se menciona la cárcel obligatoria sin lugar a beneficios para evasores y cómplices.
Frente al tema de las herencias, estas se deben tratar con un impuesto independiente como se hace en países desarrollados, con tablas progresivas. «No es posible que hoy la herencia de un billonario pague un 10 % de impuesto, igual a la de cualquier persona humilde», critica Villabona.
Finalmente, el proyecto procura gravar más los ingresos mayores a 10 millones de pesos. Sin embargo, ingresos mensuales de ese monto, o un poco más altos, por ejemplo, hasta 15 millones de pesos, no corresponden a personas adineradas.
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