Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Cuando se habla de instrumentos de deuda, generalmente se refiere a los bonos aunque no son estos el único tipo de instrumento de deuda. Una entidad puede emitir bonos que se clasifiquen como pasivos corrientes, es decir que deben ser pagados en el corto plazo, pero por lo general este tipo de instrumentos financieros no se emiten para ser pagados en el corto plazo, pues sucede que cuando el instrumento está cerca del vencimiento son reclasificados como instrumentos de deuda corriente, porque tendrán que ser pagados dentro del período siguiente.
Dichos instrumentos de deuda, en su calidad de pasivos financieros tienen que ser medidos por el modelo del costo amortizado utilizando el método del interés efectivo, desde el momento en el cual se incurra en él y así se quedará hasta su vencimiento, por lo que aunque se esté en el último año y por tanto haya sido clasificado como pasivo corriente, no se dejará de aplicar el modelo del costo amortizado, y el método del interés efectivo se seguirá tratando como tal hasta su vencimiento.
Si se trata de una cuenta por pagar, por la adquisición de mercancía o algún servicio que generó un pasivo que se tiene que pagar dentro de 3 o 6 meses, generalmente el efecto del descuento no es material, por lo cual la norma permite dejarlos a su valor nominal.
Entonces, si se trata de bonos, instrumentos de deuda emitidos, y hasta aquellos que cotizan en bolsa, se medirán al costo amortizado con el método del interés efectivo desde cuando se emiten hasta cuando se pagan; si se trata de un pasivo “cuenta por pagar” por mercancías o servicios que le prestaron a la entidad y deben pagarse en menos de un período, es muy seguro que se puedan medir al valor nominal sin descontarlo, porque el efecto del descuento no será material.
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