Para Fitch Ratings, los impuestos propuestos por la reforma tributaria podrían reducir, potencialmente en el corto plazo, el consumo de los hogares.
La expectativa de Moody’s se centra en los cambios que tendrá y cómo estos afectarán el crecimiento económico y la consolidación fiscal.
Este mes de septiembre el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, viajará a Nueva York para exponerles a las agencias calificadoras de riesgo el plan tributario de Colombia. Se socializarán las expectativas de crecimiento, el manejo de la deuda y, por supuesto, el proyecto de reforma tributaria.
Ocampo es consciente de que el país debe trabajar para recuperar el grado de inversión, ya que este aspecto afectó la calificación de riesgo crediticio otorgada por Fitch Ratings y Standard and Poor’s. Para él, la reforma tributaria propuesta tiene ese objetivo.
Mientras el encuentro cara a cara llega, las calificadoras ya brindaron sus primeras impresiones sobre el proyecto de reforma tributaria.
La revista Semana publicó que Fitch Ratings lanzó advertencias sobre el articulado del proyecto de reforma tributaria.
La aprobación de las propuestas que se plantean en la tributaria presentaría desafíos financieros para las empresas, particularmente en los sectores de energía, productos básicos y alimentos y bebidas. Sin embargo, “es poco probable que la aprobación tenga un efecto inmediato en las calificaciones”.
Por otra parte, «los impuestos saludables y ambientales podrían ejercer presión sobre los flujos de efectivo y afectar las políticas de dividendos y los planes de gasto de capital en los sectores objetivo, lo que podría debilitar los perfiles crediticios a largo plazo».
En cuanto a los impuestos adicionales a las personas, una deducción de impuestos independiente por tipo de ingreso, una reducción en los tramos exentos de impuestos y la creación de un impuesto permanente sobre el patrimonio reducirán potencialmente, en el corto plazo, el consumo total de los hogares.
La eliminación de los beneficios tributarios con los que cuentan las compañías de petróleo y minería que operan en Colombia no son bien vistos. Alerta la calificadora:Cuando los precios internacionales están por encima de cierto umbral, el impuesto a las exportaciones afectará los márgenes, la generación de flujo de caja y, a su vez, desincentivarán las grandes inversiones de largo plazo en estos sectores, intensificando su tendencia a la baja en las inversiones extranjeras directas.
Renzo Merino, analista para Colombia de Moody’s Investors Service, en entrevista con La República aseguró que la propuesta de la reforma tributaria es un punto de partida y todavía no se ha hecho ningún balance sobre las medidas incluidas, ya que están esperando el debate en el Congreso de la República.
Afirma que con el proyecto se busca mantener el crecimiento económico en los próximos años, lo que tiene que ver con la confianza de los inversionistas y sostener un crecimiento moderado de alrededor de 3,5 % o 4 %.
Otro desafío es continuar con el proceso de consolidación fiscal, que empezó algo mejor de lo que esta calificadora esperaba originalmente en 2021 y que este año «se ha visto favorecido por la dinámica actual de los precios de los commodities altos».
El desafío final es el tema de las tensiones sociales por las que pasó el país. «Este se podría ver reflejado en la percepción de riesgo de los inversionistas locales y extranjeros».
La expectativa por parte de esta calificadora se centra en el proceso de debate y qué tantos cambios tendrá, y cómo estos afectarán el crecimiento económico, la consolidación fiscal y los temas sociales.
Desde Standard & Poor’s se piensa que el déficit del Gobierno del presidente Petro se mantendrá moderadamente alto en los próximos años, aunque la calificadora reconoce que las finanzas públicas se estabilizaron un poco pese al deterioro causado por la pandemia y la recesión económica.
Esto describe S&P en un análisis:
Petro encuentra un entorno económico enrarecido por los elementos mencionados, en el cual se destaca la creciente inflación que ha llevado a un aumento considerable de la tasa de intervención del banco central. Si bien el costo de vida es más alto, particularmente para los hogares de ingresos medios y bajos por el aumento de los precios de los alimentos y de la energía, a la fecha consideramos que existe un entorno positivo para el crecimiento de la economía colombiana.