Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Miguel Pérez afirma que las empresas de servicios temporales han sido estigmatizadas.
Aclara que no celebra el hundimiento de la reforma laboral, sino el que no haya prosperado un proyecto que le hacía mal al sistema laboral del país.
Te presentamos su punto de vista a continuación.
Luego de que se confirmara oficialmente el hundimiento del proyecto de reforma laboral presentado por el Gobierno nacional ante la Comisión Séptima del Senado de la República, Miguel Pérez García, presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Servicios Temporales –Acoset–, se mostró satisfecho con la decisión política tomada.
El líder gremial desde un principio fijó su posición de defensa para 500.000 trabajadores formales flexibles y dos millones de familias que se benefician de los empleos formales que generan las empresas de servicios temporales –EST–.
Nos damos por bien servidos porque nuestra defensa en pro del empleo formal y el medio millón de colombianos que se benefician de la generación de empleo con todas las garantías de ley aportadas por las empresas de servicios temporales seguirán siendo la oportunidad para miles de colombianos que necesitan ser tenidos en cuenta dentro de los parámetros legales.
Aclara que no celebra el hundimiento de la reforma, sino el que no haya prosperado un proyecto que le hacía mal al sistema laboral del país.
Su argumento está en la confusión de conceptos evidenciada en el texto del proyecto de reforma laboral, los cuales señaló en las audiencias convocadas por la Cámara de Representantes, además de remarcar públicamente las implicaciones negativas que tendrían estos lineamientos sobre los índices de empleo en el país, lo que fue respaldado con estudios realizados por entidades como el Banco de La República.
Nuestro sector no está en contra del Gobierno nacional, sino a favor de las empresas y los trabajadores. No bajaremos la guardia en nuestra defensa del trabajo formal y apoyaremos una reforma cuando esta responda a las necesidades del país, como lo son la informalidad y el desempleo.
Con el paso de los meses, desde Acoset se viene defendiendo a las empresas de servicios temporales como empleadores. Es así como se ha pedido desmontar el estigma que se ha creado alrededor de la tercerización laboral, componente del mercado laboral que ha sido malentendido en Colombia.
Pérez García es claro al explicar que las empresas temporales aportan puestos de trabajo formales, solo que no por largas temporadas, y así lo requieren los empleadores.
Por ejemplo, un cultivo de flores no necesariamente necesita tener un trabajador todo el tiempo, con un contrato que podría resultar contraproducente para sus ingresos, pues le quita la oportunidad al ciudadano de ir a otro trabajo cuando no se requiere su mano de obra para recoger la cosecha.
De igual forma, desde la entidad se advertía que si al proyecto de reforma laboral que ya se hundió no se le hacían ajustes, estaba en riesgo de perderse el 5 % del trabajo formal en el país, lo que aumentaría claramente la informalidad laboral que caracteriza a Colombia.
Las empresas de servicios temporales benefician a más de 500.000 personas y alrededor de 2.000.000 de familias, aporta a la economía 7 billones de pesos en pagos de salarios, seguridad social y parafiscales.
Los graves impactos que esta reforma proponía a la tercerización laboral desestabilizaban la flexibilidad laboral formal y afectaban todos los sectores económicos
Era impagable e insostenible para los empresarios tener trabajadores en misión, sin actividad o estación que los demande, y también un duro golpe a la estabilidad de trabajadores formalizados a través de este mecanismo.
Como estaba redactada, la reforma afectaba la productividad empresarial, la sostenibilidad de los empleos misionales y el fomento de nuevas oportunidades formales. Además, los impactos de este proyecto dejarían en el limbo poblaciones desatendidas que deben ser incluidas en el mercado laboral.
El proyecto de reforma laboral tenía limitantes y confundía a las personas con textos relacionados con la tercerización laboral. Es un acierto su hundimiento.
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