Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Quien obra con integridad mantiene su dignidad en las evaluaciones de su trabajo


En la publicación de PwC The Future of Audit Perspectives on how the audit could evolve July 2019 se lee:

“Driving audit quality, how can the profession work to deliver consistently high-quality audits? ― Stakeholders have: • Differences in opinion about whether today’s audit is ‘broken’ with some, particularly investors, feeling it is not providing the assurance they need, but others thinking that ‘broken’ is too strong a term. • Questions about how to define quality, with no consensus on a description of audit quality, but an agreement that the skills and experience of audit teams are critical. • A desire for a culture of challenge in audit teams to ensure that auditors are consistently able to scrutinize companies effectively. • Demands for the audit to better communicate the risks of fraud, with ideas ranging from more extensive measures to detect fraud to requiring companies to report on internal controls in respect of fraud. • A request to increase the responsibilities of company directors so they are sufficiently accountable for the accuracy of the financial information published by the company.”

Los médicos logran salvar la vida de algunos de sus pacientes, otros fallecen. Los abogados ganan algunos procesos y pierden otros. Los auditores descubren algunas declaraciones incorrectas, desviaciones significativas o desobedecimientos, pero otros no los perciben.

Quien obra con integridad, lo que incluye un debido cuidado, mantiene su dignidad durante las evaluaciones de su trabajo. Tiene la seguridad del que ha obrado rectamente, acudiendo a las técnicas recomendadas por los expertos en cada área.

Hay muchas personas interesadas en la información financiera, como inversionistas o funcionarios del Estado, que exigen conductas que no corresponden con el modo de proceder de los contadores públicos. Este riesgo está presente en casi todos los trabajos. Controlarlo consiste en esforzarse por hacer un examen con el mayor cuidado, siempre con una actitud escéptica.

La cuestión se parece a la industria de los antivirus. Todos los días descubren nuevos elementos dañinos y logran anularlos. Pero siguen apareciendo a borbotones nuevos facinerosos, algunos de los cuales solo se pueden detener con el paso de los días.

En el recorrido que hay entre la ocurrencia de un hecho económico y la divulgación de información que lo incluye, existen muchas oportunidades para falsear los datos. Se supone que los riesgos han sido analizados por los administradores, que han diseñado controles para contenerlos, que los han puesto en práctica y que han verificado su adecuado funcionamiento. Son estas las acciones que buscan los auditores para examinarlas y concluir si son o no razonables. Los controles pueden estar mal diseñados, en forma tal que aún en operación no reduzcan los riesgos. Las personas, en uso de su libertad, ponen poco o mucho cuidado a los riesgos, de manera que la calidad de los controles depende del comportamiento de los funcionarios. Los fraudes se caracterizan por ser intencionales.

Hernando Bermúdez Gómez
Tomado de Contrapartida – De Computationis Jure Opiniones
Número 4529, agosto 12 de 2019

Hernando Bermúdez Gómez
Las publicaciones “Contrapartida” son escritas por miembros de la comunidad académica del Departamento de Ciencias Contables de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana.
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