Toda empresa pasa por períodos complicados y en ocasiones salen a relucir fraudes y errores que podrían poner en peligro sus finanzas. Pues bien, los Auditores y Revisores Fiscales tienen armas para combatir esta situación y aquí les contamos cuáles son.
Vladimir Martínez, director de Auditool afirma que, “el objetivo del Auditor es identificar y evaluar los riesgos de error material, ya sea debido a fraude o error, que pudieran existir a los niveles de estados financieros y de aseveraciones, por medio del entendimiento de la entidad y su entorno incluyendo el control interno de la entidad, dando así una base para diseñar e implementar las respuestas a los riesgos evaluados de error material”.
Lo anterior quiere decir que todo Auditor debe realizar actividades como identificar riesgos; evaluar su susceptibilidad a errores en la información financiera, incluyendo errores o fraudes; crear procedimientos de auditoría que permitan evaluar el diseño, la implementación y efectividad de los controles implementados, y perfilar procedimientos de auditoría sustantivos de acuerdo con la evaluación de los riesgos.
Para la correcta administración de riesgos es necesario considerar tres aspectos: evitar el riesgo siempre que sea posible para evitar pérdidas; controlar el riesgo para minimizar las pérdidas, si no es posible evitar el riesgo y, tolerar el riesgo cuando su control implique gastos similares o superiores al mismo riesgo.
Como lo asegura David Cabrera Espinosa, Titular de Contaduría y Finanzas de la Universidad Anáhuac de México, el administrador de riesgos debe tomar posturas como:
Algunas de las acciones que puede tomar una organización para que el riesgo se disminuya pueden ser: aceptarlo, intentar reducirlo, transferirlo y evitarlo.
Los riesgos impactan los estados financieros de una organización; es así que para un auditor debe ser prioridad identificarlos y saber cómo la empresa responde con controles ante la materialización de estos riesgos y cómo se revela su efecto en los estados financieros.