Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
La disminución de la tasa de desempleo a nivel nacional y urbano habría continuado en la última parte del año, situación que también se espera para 2022.
Preocupa que cerca de 2,9 millones de jóvenes, que representan cerca del 23,2 % del total, no estudian ni trabajan.
En su informe semanal, El mercado laboral en Colombia: una lenta recuperación, la Asobancaria explica por qué el ritmo de recuperación del empleo en Colombia no está al mismo nivel de la recuperación de la economía nacional.
En nuestro país, el impacto de la crisis generada por la pandemia sobre la demanda y el mercado laboral entre 2019 y 2020 fue diferenciado por género y grupos de edad, pues se presentó una mayor destrucción de empleo entre las mujeres y los jóvenes.
Estos resultados se explicarían a partir de barreras estructurales que han enfrentado estos grupos poblacionales, las cuales, dicho sea de paso, aumentaron a partir de la llegada de la pandemia al país.
De igual forma, se observa disparidad en el ritmo de reactivación de la tasa global de participación, la tasa de ocupación y la tasa de desempleo durante 2019 y 2021 para las zonas urbanas y rurales.
Indica el informe:
En general, a nivel urbano ha [sic] se ha observado una reactivación más rápida en la generación de empleo que a nivel nacional, aspecto que por un lado se asocia al levantamiento de las restricciones a la movilidad, pero que también refleja los problemas que el mercado laboral presenta en la ruralidad.
A nivel sectorial también existe heterogeneidad en cuanto a generación de empleo. Mientras que la mayoría de los sectores han recuperado sus niveles de producción prepandemia, solo las actividades profesionales, las comunicaciones y los servicios públicos han retornado a su nivel de empleo de 2019.
Esperamos que, conforme el plan de vacunación avance y se alcance una normalización completa de las actividades, los sectores que jalonan la creación de empleo en términos de sus encadenamientos productivos contribuyan a que el desempleo continue [sic] reduciéndose.
Desde la entidad se estima que la disminución de la tasa de desempleo a nivel nacional y urbano habría continuado su curso en la última parte del año, lo que se espera también para 2022, si bien se contempla que el ritmo de reducción sea menor, tal y como se ha apreciado en los últimos meses.
Ahora bien, para ambos años el desempleo previsto sería superior al registrado en 2019. En efecto, «esperamos que la tasa de desempleo nacional promedie el 13,5% en 2021 y cierre el año en niveles cercanos al 10%, mientras que la urbana registre un nivel de 15,3% y se encuentre en la última parte del año en curso cercana al 12%».
Entretanto, para 2022 se proyecta que la tasa de desempleo nacional alcanzará el 10,9 % (entre 10,4 % y 11,4 %), y la tasa de desempleo urbano se ubicará en 11,9 % (entre 11,3 % y 12,5 %).
Pese a la reducción esperada de las tasas de desempleo, la desocupación en algunos segmentos, como el juvenil, seguirá generando preocupaciones por los altos niveles que todavía registra.
Entre septiembre de 2019 y 2020 la tasa de desempleo juvenil a nivel nacional se expandió en 5,6 puntos porcentuales frente al año anterior, alcanzando un 22,7 %, cifra muy superior a la de los mayores de 28 años (13 %), un hecho que da cuenta de la brecha existente entre los jóvenes y adultos, tal y como sucede en países emergentes y desarrollados.
Sumado a lo anterior, preocupa que cerca de 2,9 millones de jóvenes, que representan cerca del 23,2 % del total, no estudian ni trabajan.
La Asobancaria analiza lo siguiente:
Los determinantes de estas diferencias se asocian a problemas de demanda (altos costos laborales y ciclos económicos), restricciones de oferta, el desfase entre las necesidades de mano de obra calificada por parte de las empresas y el capital humano con el que cuentan los jóvenes, incluida la falta de experiencia.
En lo relativo al proceso de recuperación, se aprecia una mejoría de los indicadores generalizada entre septiembre de 2020 y 2021, aunque cabe anotar que:
Finalmente, pese a que la entidad destaca lo que ha realizado el Gobierno nacional durante la pandemia para mitigar el deterioro del mercado laboral y contribuir a la reactivación económica, recalca la necesidad que tiene el país de emprender acciones adicionales, «como acelerar el proceso de retorno a la presencialidad escolar, el cual contribuirá a reducir la desocupación femenina, actualizar la legislación laboral, reducir los costos no salariales y repensar el esquema actual de salario mínimo, dirigiéndonos probablemente a un esquema de salario regional».
Solo así se podrá reducir de forma permanente el desempleo y la heterogeneidad observada entre grupos de diversas edades y género.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
