Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Fabio Trompa afirma que se debe discutir el alcance de las atribuciones de los revisores fiscales y su cobertura.
Para Lucía Del Carmen Bolaños, debe existir un equilibrio entre deberes y obligaciones del revisor fiscal.
Héctor J. Correa dice que revisores fiscales deben cumplir con dos requisitos.
Fabio Raúl Trompa Ayala, director del Programa de Contaduría Pública en la Universidad Central explica que el Estado se ha servido de la revisoría fiscal para sustituir muchas de sus funciones.
«Son más de 120 leyes que han generado obligaciones adicionales a las previstas en la regulación general de las actividades del comercio», dice en su artículo La contaduría y la revisoría fiscal al banquillo.
Hace falta una ley que haga tránsito hacia las necesidades contemporáneas, por lo que se ha venido discutiendo entre las entidades del Estado, las sociedades y organizaciones obligadas a tener revisoría fiscal, y los propios contadores, sobre aspectos relacionados con su definición, el alcance de sus atribuciones, la cobertura de este control de fiscalización, los derechos y deberes del revisor fiscal, su remuneración, responsabilidades, entre otros temas estructurales que requieren una regulación urgente.
«En esta reforma deberá considerarse el compromiso de muchas empresas y organizaciones por contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS– de las Naciones Unidas, de los que se derivan una contabilidad que trasciende lo financiero hacia lo social y ambiental», explica.
En este contexto, agrega, los Estándares de Reporte Integrado –IIRC–, la Iniciativa del Reporte Global –GRI– y los modelos de “economía circular”, entre otros, instan a «pensar en una revisoría fiscal que se sustente en el bien común más que en el interés público o social».
El bien común, entendido como el interés mayor de los propietarios, gestores y demás partes interesadas en una organización y en función social de su accionar responsable con el entorno, basado “en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas”, como lo establece la carta magna colombiana.
«El reto es tratar de concertar los intereses de los diferentes sectores involucrados y lograr los consensos necesarios que lleven a revitalizar la institución de la fiscalización privada delegada, y dé la mayor importancia para los intereses de un país que se enfrenta a la contingencia por la pandemia actual», aconseja.
Para Lucía Del Carmen Bolaños Bolaños, presidenta del Comité para la Reforma a la Revisoría Fiscal Regional Valle del Cauca, los cambios para el desarrollo de la revisoría fiscal son necesarios.
Bolaños puntualiza, en dialogo con Actualícese, que la profesión contable se debe preocupar por el gobierno corporativo que rodea a la revisoría fiscal y por los requisitos exigidos para este.
«Estamos trabajando en términos de los deberes y obligaciones del revisor fiscal. Se debe presentar un equilibrio entre deberes y obligaciones, pero debe haber un marco normativo que garantice el actuar del revisor fiscal», recalca.
Una de las propuestas que se han generado en este comité es crear una colegiatura nacional para que el revisor fiscal se postule, y que cumpla una serie de requisitos para aminorar el contexto de la inexperiencia y el riesgo social.
Por su parte, Flor De María Ayala, secretaria del comité explica que no ha sido fácil establecer definiciones en la revisoría fiscal, porque carecemos de ellas.
En medio de la discusión de los cambios se busca establecer elementos que limiten la profesión del revisor fiscal, ya que los revisores fiscales estamos desprotegidos.
Para Héctor Jaime Correa, vicepresidente para Colombia del Cilea y de Fedecop, expresidente de la Junta Central de Contadores –JCC–, del Consejo Técnico de la Contaduría Pública –CTCP– y de Confecop, el hecho de que la revisoría fiscal sea un ejercicio con altos riesgos y con muchas obligaciones no le choca, porque es un indicativo de que no todo profesional puede aceptarlas.
Eso sí, hace énfasis en que su ejercicio debería contar con algunas restricciones y tiene claro que los revisores fiscales deberían cumplir con dos requisitos para ejercer sus labores.
El primer requisito es que para ser revisor fiscal de cualquier entidad se debe tener como mínimo una especialización en revisoría fiscal a través de una entidad reconocida por el Ministerio de Educación.
El segundo requisito es que quien no sea especialista en revisoría fiscal, pero tenga mucha experiencia en este campo, deberá acreditar como mínimo 10 años en este ejercicio, mediante evidencias y certificaciones.
«De esta manera no ocurrirá lo que no pasa hoy, donde cualquier estudiante recién graduado sale a hacer revisoría fiscal y se convierte en «carne de cañón» de muchas firmas que ubican a jóvenes egresados para hacer revisoría fiscal con muchos desconocimientos en el tema», advierte.
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