Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Según Dinero.com, mantener la política de Seguridad Democrática no será una tarea fácil para el Gobierno. Y esa misión, tiene como iniciativa principal la Reforma Tributaria, y de primera mano, el Impuesto al Patrimonio…
«La iniciativa contempla tres cambios sustanciales: establecer un impuesto al patrimonio para personas naturales y jurídicas cuyo patrimonio líquido supere los $3.000 millones reducir del 40% al 30% las deducciones sobre el valor de las inversiones en activos fijos productivos y eliminar la aplicación concurrente de este beneficio para las empresas ubicadas en zonas francas, cuya tarifa de renta es de 15%.»
Es un buen paso eliminar todas las gabelas tributarias que complican en exceso el ejercicio tributario. Sin embargo, simplificarle la vida a algunos termina generando un trabajo excesivo e inestabilidad tributaria para otros.
Habrá que ver cómo queda el proyecto final de la Reforma Tributaria para poder analizar los verdaderos alcances de estas medidas. Por ahora, el que más afectado se verá es sin duda el Contador Público.
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