La informalidad es una modalidad de empleo donde las garantías básicas para el bienestar del trabajador, como la protección social, el ingreso adecuado y la estabilidad son muy precarias, o en el peor de los casos, no existen. Lo anterior no parece preocuparle en lo absoluto de Benjamín Ordoñez, un vendedor de minutos.
«Yo llevo trabajando en este cuento cerca de siete años y gracias a Dios me ha ido bien. La venta de minutos es hoy en día un negocio rentable que tiene demasiada competencia en todo lado, pero uno en este trabajo se gana una credibilidad y tiene clientela fija», dice Benjamín.
De igual manera, el señor Ordoñez «se le mide» a lustrar calzado, cortar prado y tareas de aseo. Semanalmente dice que se puede llegar a hacer $45.000 lustrando zapatos y en cuanto a ventas de minutos la cifra se dispara y llega hasta los $60.000.
«Con lo que me gano mensualmente vivo bien junto a mi esposa y mi hija. Ella estudia y es importante que se eduque y mi esposa es empleada del servicio doméstico. Si uno es juicio con el dinero a uno le rinde, porque así esto sea un trabajo informal toca también apretarse el cinturon», dice Camilo Angarita quien labora vendiendo empanadas, dedos de queso, arepas y varios comestibles más.
Y aunque el predominio del empleo de baja productividad es uno de los factores relevantes de la desigualdad social a Camilo y Benjamín eso no les importa, porque lo que realmente valoran es «que tenemos la posibilidad de hacer de todo y sobrevivir». Además, «en este país jamás tendremos la oportunidad de trabajar en una empresa porque no tenemos la experiencia para hacerlo, y por eso nos toca rebuscar».
El Dane incluye en la ocupación informal a…
El fenómeno del trabajo informal es característico propio de economías capitalistas en desarrollo, en donde su economía presenta problemas de absorción, reflejados en situaciones en que el crecimiento de la oferta de trabajo no viene acompañada por una expansión equivalente de la demanda de trabajo en el sector formal de la economía.
«La informalidad laboral en Colombia es rentable porque hay una gran carga prestacional, ésta está entre el 45% y el 60%. Es muy alto», afirma Lina María López Restrepo, Administradora de Empresas con énfasis en Mercadeo y Finanzas.
«La informalidad puede ser considerada una de las causas para que el país tenga una baja productividad y es por la misma desmotivación del empleado. No es lo mismo un trabajador ‘sano’, con una EPS, que unos enfermos sin ningún seguro de salud, o un empleado que el día que quiera salir a vacaciones, al regresar se encuentra que ya no tiene», afirma López.
Es en este punto entonces que muchas personas de escasos recursos que tienen que asegurar su supervivencia y la de sus hogares, les toca desarrollar un número de actividades caracterizadas por una baja utilización de capital y escasa organización.
«La informalidad obedece a un amplio expectro de razones. Las famiempresas son muy débiles y por su baja productividad no son capaces de asumir los costos y obligaciones de la formalidad (aportes a seguridad social, parafiscales, impuestos, salario mínimo, contabilidad, etc), no obstante las oportunidades que esta brinda», aseguró a Portafolio, el presidente de Asocajas, Álvaro José Cobo.