Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Anif propone que cambios en las tarifas de este impuesto se retrasen un año debido a las grandes necesidades fiscales del país.
Régimen simple de tributación tiene espacio para simplificarse más y el umbral de ingresos debe ser reevaluado.
ICA se debería eliminar de forma gradual.
El centro de estudios económicos Anif, en su informe semanal del 31 de marzo de 2021 titulado Mayor recaudo, simplificación y equidad: propuestas de Anif sobre los impuestos al patrimonio, a los dividendos y de renta a las empresas, analiza y realiza una serie de propuestas enfocadas en el impuesto de renta de personas jurídicas que podrían ser tenidas en cuenta en medio de la discusión de la próxima reforma tributaria.
En Colombia casi el 80 % del impuesto de renta recae sobre las personas jurídicas y solo el 20 % sobre las naturales, situación que es inversa a la observada en la mayoría de los países del mundo.
Este hecho, además de atentar contra la generación de empleo y la inversión, se traduce en que la carga tributaria a personas naturales es muy alta ya que la base de contribuyentes es muy pequeña.
El país tiene tasas de renta corporativa bastante altas al comparar con otros países del mundo. Una de las fallas es que el grueso de la carga impositiva recae sobre quienes sí son visibles ante las autoridades tributarias, que son los agentes formales.
Es evidente que esa realidad genera incentivos adversos a la formalización. En particular porque en Colombia más del 90 % de las empresas son micro o pequeñas, así que, en vista de las condiciones, prefieren operar en la informalidad, indica Anif.
La Ley 2010 de 2019 indica que la tarifa del impuesto para el año 2020 fue de 32 %, para el 2021 será de 31 % y 30 % a partir del 2022.
Al respecto, la entidad propone que la senda tarifaria se retrase un año dadas las grandes necesidades fiscales que el país enfrenta. Es decir, que para 2021 la tarifa del impuesto de renta corporativo se mantenga en el 32 % y se retome la senda de reducción en 2022.
Cerca del 90 % de las empresas en el país son micro o pequeñas empresas y son el motor de la generación de empleo. En contraste con los grandes contribuyentes, que son apenas 3.500 y que, no obstante, participan con más del 70 % del recaudo por este impuesto. Así indica el análisis de Anif.
En ese orden de ideas, proponemos que las micro y pequeñas empresas reciban una tarifa inferior del 22 % sobre la base gravable.
Para que lo anterior sea posible, deben desaparecer los tratamientos diferenciados que reciben las firmas, particularmente los tratos diferenciales (exenciones, excepciones tarifas reducidas y sobretasas) en función del sector económico.
Para Anif el régimen simple de tributación –RST– tiene espacio para simplificarse más y el umbral de ingresos debe ser reevaluado.
Los contribuyentes deben evaluar las ganancias ocasionales por fuera del RST y bajo el régimen general. Adicionalmente, los ingresos no gravables no hacen parte de la base del impuesto unificado.
Es el análisis del centro de estudios, eliminar esos elementos le restarían complejidad al sistema.
La Comisión de Expertos Tributarios aseguró que el umbral es alto (cerca de USD $770.000), incluso bajo estándares internacionales, lo que da paso para que las empresas más grandes creen empresas más pequeñas para acogerse al régimen simple y así tributar menos. «Por tal motivo, debe estudiarse los umbrales que incentiven a las firmas más grandes a pasarse al régimen general», sugiere Anif.
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