Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Eric Flórez, Oscar Eduardo Fuentes Peña y Pedro Vargas, funcionarios de la Junta Central de Contadores, explican pormenores del proceso de inspección que se viene realizando a los contadores públicos y a las sociedades de contadores. Atentos a los cambios de la metodología que se están implementando.
Eric Flórez, asesor de la dirección general de la Junta Central de Contadores, explica que son tres las etapas en las que la JCC estima que puede dar cumplimiento a lo que ordena el numeral primero del artículo 20 de la Ley 43 de 1990.
«Somos conscientes que por una u otra circunstancia, la inspección y vigilancia no se ejerció por mucho tiempo, por lo menos de la forma como se está planteando ahora. Y esto va a requerir de un proceso de ajustes en los procesos por parte de las firmas y de los profesionales que trabajan de forma independiente», dice Flórez.
En la primera etapa se busca analizar, diagnosticar e identificar cuáles son las falencias principales en dos temas: Código de Ética y Normas de Control de Calidad.
En la segunda fase, explica Flórez, «se van a mirar más detalles y en profundidad el Código de Ética y las Normas de Control de Calidad. También se va a incorporar otro elemento como es el de las Normas de Auditoría, junto con las Normas de Reconocimiento y Revelación».
Finalmente, la tercera fase unirá todo lo anterior, pero en un nivel de detalle más profundo.
Oscar Eduardo Fuentes Peña, director general de la Junta Central de Contadores, agrega que en la primera fase se van a revisar y evaluar los temas más básicos y elementales. «A medida que se vaya avanzando se profundizará en los temas que deben cumplir los profesionales, de acuerdo con el nuevo marco normativo que tiene que ver con las Normas Internacionales».
Fuentes Peña afirma que sobre las firmas de contadores públicos las Normas Internacionales son específicas. «En estas hay algunos requerimientos para las firmas como tal y otras para las personas naturales que hacen parte de las mismas».
La firma, como tal, dice Flórez, tiene unos requerimientos de estructura, de tipo legal, de conformación societaria y políticas. «Dentro de estas políticas, uno de los elementos que se debe considerar es el de los recursos humanos, es decir las personas que trabajan con la firma, y qué perfil que deben tener según la línea de servicios que se esté ejerciendo».
Por su parte, Pedro Vargas, líder del proceso de inspección de la Junta Central de Contadores, hace énfasis en que las inspecciones se vienen haciendo desde años atrás y es una tarea que no se ha suspendido.
Adicionalmente, como la cantidad de contadores públicos (más de 230.000) y de sociedades (2.600) es numeroso, no se puede llegar a todos al mismo tiempo. «Es un proceso gradual y en algún momento llegará a cada uno», recalca Vargas.
Vargas reitera que según las normas vigentes, cuando se habla de firma puede ser una persona natural que ofrece servicios relacionados con conceptos contables o puede ser una empresa que está estructurada para ofrecer servicios contables. «En conclusión, al hablar de firma se agrupa tanto como personas naturales o jurídicas», dice el líder del proceso de inspección de la Junta Central de Contadores.
Para Vargas, es importante también hacer claridad en que el enfoque que se le daba anteriormente a este proceso de inspección era llegar sin aviso a la firma, pero con el cambio de metodología ya se le da aviso a la firma para que sepan cuándo hará presencia la Junta Central de Contadores para efectos de la inspección.
Temas a evaluar durante la primera fase
Flórez explica que la Junta Central de Contadores cuenta con un plan de trabajo en el cual se consideran los temas que los inspectores verificarán durante el proceso. «No está previsto trabajar con listas de chequeo ni generar este tipo de instrumentos porque esta es más una función del Consejo Técnico de la Contaduría», dice.
Como conclusión, el funcionario dice que es importante que las personas sepan que los inspectores llevan un plan de trabajo detallado sobre las actividades que van a desarrollar y la documentación que solicitarán a las personas que ejercen la revisoría fiscal.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
