En Colombia es común encontrar normas que nunca se han explicado, de las que ni siquiera se sabe quién las planteó. Legalidad, legitimidad y justicia son esenciales.
Lo justo tiene que ver con lo racional y, consecuentemente, con lo razonable. El que tiene el poder no puede obrar arbitrariamente.
Los actos públicos de una persona, como los que hace al ejercer una profesión, no pertenecen a su intimidad. ¿Qué debe primar, la protección al buen nombre de una persona o el derecho de la comunidad a estar informada sobre los procesos que se adelanten contra un contador?
Muy poco saben los contadores de la contabilidad de caja porque no la estudian a profundidad. La profesión contable debe oponerse a que los Gobiernos sigan pensando que la contabilidad es solo una materia legislativa. Esta y otras consideraciones se presentan en esta opinión.
En el 15 U.S. Code § 7262 – Management assessment of internal controls encontramos la siguiente disposición: (c) Exemption for smaller issuers Subsection (b) shall not apply with respect to any audit report prepared for an issuer that is neither a “large accelerated filer” nor an “accelerated filer” as those terms are defined in Rule […]
La legislación tributaria debería reconocer lo que ocurra, en lugar de fijar límites que hacen que las bases fiscales correspondan a irrealidades. Por muy acostumbrada que sea su fórmula de limitar las deducciones, el contribuyente capta el trato teórico al que se le somete.
Según Usha Mistry, como puede verse en su artículo Enhancing students’ employability skills awareness through the accounting professional body on an undergraduate accounting degree, publicado por Accounting Education 2021 (Vol. 30, No. 6, 578-600): This study’s contribution provides empirical evidence on the benefits of joining as a student member to a professional body, the ACCA. […]
El derecho tributario colombiano se ha apartado muchas veces de las ideas básicas del derecho colombiano, consagradas ya hace siglos en el Código Civil y de Comercio.
La confusión existente respecto de los entes sin personalidad, pero con deberes tributarios, es un ejemplo notorio de este problema.
Es inadmisible que algunas erogaciones no se admitan como deducciones y se pague impuestos por ingresos que no llegan a ser utilidad.
El recaudo de los impuestos al momento de recibir el pago debe reconocer la diferencia financiera que implica poder pagar luego de la terminación del período fiscal.
La esclavitud no se acabó, se convirtió en un sucedáneo, de manera que los seres humanos no tienen un valor en sí mismos, pues son apreciados según su capacidad económica, verdadero medidor de la alcurnia. La respuesta a los conflictos que esto crea es en derecho laboral lo que beneficia a los patronos.
Si se piensa que la contaduría solo sirve para atender las exigencias gubernamentales es porque los profesionales no se destacan de otra manera.
No hay que echar la culpa a los demás. No haber tenido nunca fe en la capacidad transformativa de la disciplina, o haberla perdido, son situaciones gravísimas.
Hay quienes piensan que solo se pueden hacer contratos reconociendo comisiones a los que adjudican. Luego hay que hacerlo en favor de los supervisores e interventores. Todo ese dinero amenaza la calidad de los servicios. Dar comisiones y hacer bien el trabajo no significa obrar conforme a la ética.
Muchos escogen su sistema de información por su capacidad para atender las exigencias de las autoridades, en la gran mayoría de los casos las demandas de las autoridades tributarias. En lugar de ello, deberían buscar herramientas que ayuden a la conducción del negocio.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
