La ley prohíbe que el empleador tome decisiones que afecten al trabajador en situación de discapacidad bajo criterios sospechosos de discriminación, como la desvinculación laboral. Esta prohibición se extiende a la exclusión de los procesos de convocatorias internas en la empresa.
La estabilidad laboral reforzada es una medida de protección especial otorgada a trabajadores en situación de vulnerabilidad, con el propósito de asegurar que no sean objeto de discriminación o despidos injustificados. Esta salvaguarda implica que el empleador tiene prohibido despedir al trabajador debido a su condición de debilidad manifiesta.
Para determinar si una persona es titular de la estabilidad laboral reforzada por salud, no es necesario contar con una calificación de pérdida de capacidad laboral. En cambio, se deben cumplir los siguientes tres requisitos:
El artículo 26 de la Ley 361 de 1997 establece la estabilidad laboral reforzada para las personas en situación de discapacidad de la siguiente manera:
Según la Ley 361 de 1997, la discapacidad de una persona no puede ser motivo para obstaculizar su vinculación laboral, lo que implica que todos los trabajadores, independientemente de su condición de discapacidad, deben tener igualdad de oportunidades en el proceso de selección interna para un puesto de trabajo.
La legislación establece que solo se puede excluir a un trabajador en situación de discapacidad de una convocatoria interna si se demuestra que la misma es incompatible con las funciones específicas del cargo al que se está postulando.
Angie Vargas, consultora en derecho laboral, explica este tema con mayor amplitud: