Daniel Felipe Gómez afirma que en la analítica de datos el dominio de la matemática y la estadística no es aplicado en un alto porcentaje por parte de los contadores públicos.
Contadores deben tener habilidades en dominio y experticia en los negocios, así como saber sobre ciencia computacional.
La reforma pensional de Asofondos busca aumentar la cobertura cubriendo la línea de pobreza con 331.000 pesos y llegar a los adultos mayores de 65 años que están en el Sisben I y II.
Daniel Wills dice que se debe buscar que las pensiones de 15 millones de pesos no reciban subsidios.
Myriam Lozano promoverá acciones para que la profesión del contador público se autorregule como en otros países.
Junta Central de Contadores debe separar su función administrativa de la disciplinaria.
Debe defenderse la revisoría fiscal como institución, dotándola de normas que protejan al revisor fiscal.
Marleny Monsalve afirma que el contador público puede ser técnicamente muy competente, tener capacidad de análisis de las normas y saber cómo preparar estados financieros, pero esto no lo es todo.
Si un contador público es ajeno a la tecnología, está en riesgo de verse marginado profesionalmente.
Para Flor Stella Quiroga, los contadores públicos no pueden rezagarse en su ejercicio.
Deben asumir la responsabilidad personal de su propio aprendizaje, desarrollo profesional continuo y competencias necesarias.
Las universidades tienen un gran desafío con las nuevas generaciones de la contaduría pública.
Para Walter Ante, se requiere que las instituciones de la contaduría pública no estén politizadas.
Miembros del Tribunal Disciplinario de la JCC y el CTCP deben llegar por concurso de méritos.
A contadores y revisores fiscales se les debe practicar un examen, y deben demostrar horas de actualización.
Rodrigo Vallejo afirma que si es elegido como representante a la Cámara se enfocará en los proyectos de la profesión contable, en la creación de un registro único de revisores fiscales y de un fondo para el pago de los honorarios.
Dice que la Dian no puede seguir viendo a los contadores públicos como enemigos y menos como sus empleados de segunda clase.
Marleny Monsalve afirma que las entidades del país han entendido la importancia de contar con un contador público, lo que amplía su campo de acción.
El contador público que quiere prestar sus servicios en el sector público está ceñido por la regulación de las finanzas y la gestión pública.
Miguel Ángel García afirma que es penoso ver que las reformas tributarias las discutan congresistas de todas las profesiones y no contadores públicos.
Los contadores que han pasado por el Congreso han llegado por mérito propio y no necesariamente porque hayan recibido un apoyo de la profesión.
Para Jairo Gamboa, la crisis de la formalización laboral en Colombia se ve afectada por factores como el género, la edad, el nivel educativo y el salario mínimo.
Reformas laborales, pensionales y fiscales aliviarían un poco las obligaciones patronales y harían más inclusivo el mercado laboral.
Diego Peralta asegura que quienes se van a graduar como contadores públicos deben conocer para qué sirve la Junta Central de Contadores.
Para él, si esta entidad fuera independiente del Estado, se podría fortalecer más la profesión, crecería y ofrecería más de lo que da hoy.
Para Andrés Cortés Hernández para que una reforma tributaria estructural sea una realidad se necesita voluntad política multisectorial.
Piensa que si bien eliminar las exenciones tributarias son fuente de recaudo, mantenerlas es fuente de inversión extranjera en Colombia.