Contadores pueden dedicar más tiempo a analizar e interpretar datos para extraer un valor real para el negocio y sus clientes.
A medida que se aplica la inteligencia artificial se observan tres áreas contables que se benefician: contabilidad invisible, auditoría continua e información activa.
La inteligencia artificial –IA– no está desplazando a los contadores públicos, ni está poniendo en jaque su empleo. Lo que está ocurriendo es que se están formando mejores profesionales, creando oportunidades que años atrás no existían. La IA está cambiando la forma como se está trabajando.
Para un contador público, analizar datos puede ser una tarea que consuma innecesariamente seis o más horas por semana; gracias a la inteligencia artificial, los profesionales están comenzando a recuperar parte de este tiempo para aplicarlo a procesos con mayor valor. El cambio de mentalidad es ahora.