Etiqueta: ejercicio profesional del contador público

Muy orgullosos por el efecto de la fe pública, el cual no es contable sino jurídico, los contadores han olvidado que lo fundamental no es comprobarles el cumplimiento a las agencias estatales, sino que la información que preparan sirva de fundamento de las decisiones adoptadas por los inversionistas.

Según Daniel Sarmiento la formación de los contadores debe estar en línea con las características del mundo poscovid.

CTCP ha visto reducido su presupuesto a la mínima expresión, lo que lo hace reactivo y no proactivo.

Por el aislamiento, los contadores han cambiado los procedimientos de evaluación.

La sección 130 del Código de Ética Profesional de IESBA se refiere al principio de competencia y diligencia profesionales que debe cumplir el contador público en el ejercicio de sus funciones. Es importante que el contador conozca y comprenda este principio a la hora de ejercer su profesión.

Una firma de contadores necesita ser gerenciada como cualquier otra empresa. Es importante tener grupos de mercadeo capaces de diseñar programas para conseguir nuevos clientes y servicios. Debido a la regulación legal de la profesión, los contadores no están preparados para conquistar mercados.

Cuando un contador suscribe un contrato con su cliente se deben pactar las obligaciones a las cuales se compromete una vez el contrato se termina, sin importar si este finaliza antes de su vencimiento o en la fecha contractualmente pactada.

Hernando Bermúdez afirma que las instituciones de educación superior invierten poco en infraestructura para una adecuada educación contable.

Piensa que debemos demostrar que la ética está primero que los estándares de la práctica.

Se puede apoyar o contradecir, pero con argumentos y no con pasiones.

La doctrina, reconocida por varios como fuente material del derecho, no es de obligatorio cumplimiento. Así ha sido hace mucho tiempo. Sin embargo, los conceptos hablan por sí mismos. Cuando los lectores encuentran manifestaciones bien escritas y fundamentadas, les atribuyen una gran autoridad.

La contratación de personal en el Consejo Técnico de la Contaduría Pública es una mecánica demasiado débil; permite escoger a los contratistas previamente, convirtiendo lo demás en puro formalismo. Obviamente se despiertan muchas sospechas sobre la trasparencia y la objetividad del proceso.

Los contadores deben tener capacidad de analizar datos y confirmar que estos sean relevantes, confiables y verificables. A través del uso de datos se puede evaluar si existe un mercado para posibles negocios con clientes.

La medición de datos por parte de un contador es una oportunidad estratégica.

Nos entristece la apatía de la academia contable al no decir nada. Cuando hacen censuras no las estimamos porque no participan cuando corresponde. El CTCP debería, como los organismos internacionales similares, contar con un cuerpo de expertos que tome la iniciativa en estos análisis y siente posiciones.

El Consejo Técnico de la Contaduría Pública –CTCP– explica que, de acuerdo con el artículo 8 de la Ley 43 de 1990, las funciones del contador público de una entidad estan determinadas por las funciones acordadas al aceptar el cargo.

Las dificultades que atraviesa la profesión contable se deben principalmente a funcionarios públicos, académicos y organizaciones gremiales. La modernización de la ley de la profesión, de su educación y del servicio de revisoría fiscal son asuntos de gran importancia para el Estado y los contadores.