En ocasiones los empresarios resultan afectados en su good will por otras personas, mediante la mala propaganda u otras actuaciones ilícitas que atentan su buena fama en el mercado. Dicha situación da lugar a reclamaciones judiciales para la indemnización de perjuicios por el daño al buen nombre.
Bajo ningún argumento, una deuda puede estar reportada en una central de riesgo financiero por más de 10 años. Algunas casas de cobranza están cediendo entre sí las carteras, pretendiendo burlar el límite impuesto por la Corte Constitucional.
Por lo general, los conflictos entre comerciantes se basan en temas patrimoniales, como el cobro de una cláusula penal, el pago de una suma de dinero, entre otros. Sin embargo, es probable que tales controversias tengan como causa la afectación de derechos fundamentales de uno de los empresarios.