Ya se conocen los resultados finales de la investigación de la Contraloría General de la República sobre los perjuicios que dejó el mal manejo de esta empresa.
En ocasiones los empresarios resultan afectados en su good will por otras personas, mediante la mala propaganda u otras actuaciones ilícitas que atentan su buena fama en el mercado. Dicha situación da lugar a reclamaciones judiciales para la indemnización de perjuicios por el daño al buen nombre.
En sentencia del 4 de abril de 2014, la Sección Primera del Consejo de Estado determinó que la responsabilidad disciplinaria de la cual pueden ser objeto los contadores públicos, no está condicionada a la posible causación de un daño patrimonial a la empresa que le prestan servicios.