El escándalo de Estraval demostró las graves fallas en el sistema de la contabilidad oficial llevada de forma electrónica, ya que se convierte en un mecanismo para hacer fraude. Se pueden llevar en paralelo múltiples contabilidades electrónicas oficiales para engañar a clientes y autoridades.
Al indagar sobre los detalles de la estafa cometida con los pagarés-libranza al interior de la empresa Estraval, se descubrió que dicha entidad llevaba varias contabilidades electrónicas, y una de ellas fue utilizada para hacerle creer a los auditores de uno de sus inversionistas más importantes, que estaba examinando la contabilidad oficial.
Esa fue la opinión de la Supersociedades en el Concepto 220-020516 de abril de 2012. Por consiguiente, no sería viable pensar en dejar que los socios, accionistas o demás terceros ejerzan este derecho de otras maneras.